Fernando Egaña
Fernando Egaña

La pregunta sobra pero vamos a formularla de todos modos: ¿en Venezuela se necesita ayuda humanitaria? Obvio que sí, porque cuando un país cae en crisis humanitaria y hasta en catástrofe humanitaria, lo más urgente es la ayuda humanitaria. Esa ayuda no resuelve los problemas de fondo, pero sí atiende las urgencias, que son innumerables, sobre todo en el campo del suministro de medicinas y alimentos.

Pero siendo urgente la ayuda humanitaria, no ha habido manera que la hegemonía roja la permita, y ni siquiera cuando fue ofrecida por Cáritas y otras organizaciones insospechables de intereses políticos. Llevan años impidiendo cualquier tipo de ayuda humanitaria para Venezuela y los venezolanos. Algo verdaderamente malévolo.

El argumento que utiliza la hegemonía es el siguiente: no se permite la ayuda humanitaria del exterior porque en el país no se necesita ninguna ayuda humanitaria. Según el guión oficial, acá vivimos felices y contentos –a pesar de la guerra económica del Imperio y la derecha lacaya–, y en una situación tan promisoria, la ayuda humanitaria es un absurdo. En realidad lo absurdo es que se pueda plantear un argumento semejante.

Además variados expertos en Derecho Internacional, afirman que negar el acceso a la ayuda humanitaria, en un caso tan grave como el nuestro, tipifica un delito de lesa humanidad, de acuerdo a tratados internacionales que el propio Estado venezolano ha suscrito, y conforme a los principios fundamentales de los derechos humanos. Las pretendidas «autoridades» que así procedan deben saber que esos delitos no prescriben y que deben ser juzgados en tribunales de carácter internacional, en los que no existe la impunidad.

Nosotros más que una ayuda humanitaria coyuntural, lo que necesitamos es una asistencia humanitaria estructural. Iniciativas más completas y extensivas en el ámbito de los servicios médicos, de la producción y distribución de medicamentos, de importación de alimentos básicos, y de inversiones para recuperar la generación de alimentos en el país. Nada de esto se puede resolver de un día para otro, pero hay que comenzar en algún lado, y ese comienzo es la ayuda humanitaria que se acopia en varios países de la región, incluyendo países vecinos, para acceder al territorio nacional.

No satisfechos con haber causado en Venezuela una catástrofe humanitaria en medio de una bonanza petrolera, también se empecinan en desconocer la gravedad de los hechos y por lo tanto en tratar de impedir la ayuda correspondiente. La ayuda humanitaria de emergencia. Esperemos que eso cambien muy pronto.

flegana@gmail.com




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