Fernando Egaña

Se vienen encima momentos decisivos para el futuro del país. La lucha es entre el cambio y el continuismo. El pueblo quiere cambio, el poder continuismo. Con el cambio el país tiene salida, con el continuismo, no. Los que propongan falsas equidistancias, reman para el continuismo. Es importante

Fernando Egaña

Se habla y escribe mucho de diversas analogías de transiciones de despotismos a procesos de apertura democrática. Analogías con situaciones de otros países y con experiencias fructíferas del nuestro. Pienso que debemos ser cautelosos con las analogías. En el caso de la tragedia nacional, muchas de esas analogías

Fernando Egaña

El conjunto de la nación anhela un futuro de paz. Y hay quienes buscan impedirlo, porque la violencia, la represión, la intimidación y la impunidad, son el ambiente necesario para ejercer su poder despótico. Se aprecia, entonces, cómo un poder cupular alcanza a controlar a un país, a

Fernando Egaña

Siempre son posibles, aunque la dolorosa experiencia indique lo contrario. La tragedia nacional del siglo XXI, no sólo no ha concluido sino que la hegemonía causante se ufana de que continuará imperando por las malas y las peores. Algunos sostienen que la presión internacional no lo permitirá. Con

Fernando Egaña

Los cambios de forma son importantes, no tienen que ser decorativos. Pero los cambios de fondo son esenciales. No pueden ser decorativos, porque entonces no serían cambios de fondo. Se necesita un abanico de cambios de fondo que sustenten la reconstrucción integral del país. Más allá de nombres,

Fernando Egaña

El porvenir de la nación puede ser ominoso o puede ser auspicioso, dependiendo, básicamente, de un factor: el continuismo de la hegemonía o su superación por un cambio de raiz. El continuismo del presente sería aún más destructivo y más siniestro. Por ello es que un cambio hacia

Fernando Egaña

Si la lucha de una vida, en el plano general de lo político, económico y social, tiene como objetivos la democracia, la República civil, el respeto de los derechos humanos, la justicia social y la libertad económica, todos éstos consagrados en la Constitución formalmente vigente, entonces la lucha

Fernando Egaña

Una es con las armas de la justicia, de la Constitución formalmente vigente, del ansía de cambio de raíz hacia la democracia, de la trayectoria civilista de nuestra Patria. Otra es con las armas de la hegemonía despótica y depredadora, con la violencia y la represión, con el

Fernando Egaña

El principio de elecciones libres y justas es el fundamento básico de una democracia. Ese principio y ese fundamento se han convertido en una farsa, pero no ahora, con los hechos recientes. No. La farsa viene desde 1999, en la llamada elección de los constituyentes. La farsa está

Fernando Egaña

Para los muchos que tenemos la esperanza de un país distinto, que renazca de los escombros, y se encamine hacia un futuro digno; la idea de una rendición ante la hegemonía despótica y depredadora, sencillamente no existe, no puede existir. La rendición no es sólo bajar las banderas

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