Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).-

“La pregunta es, si de haber estado despierto Adán, El Señor hubiera podido sacarle la costilla”… Dick Secades.-

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 Hoy es Día del Correo. ¿Enviaste nombre, apellido y desde donde escribes, tu tema no ha sido tratado recientemente, y lo que escribiste se entiende?

Jairo Fernández, de Hermosillo pregunta…: ¿Qué podemos hacer para evitar que desmantelen totalmente la estatua de Héctor Espino?. En vez de ser respetada, cada vez le roban más partes”.

Amigo Yayo…: Muy grave eso. Deberían constituír un comité de  preocupados, como tú, para pedir a las autoridades y a los ejecutivos de los Naranjeros que salven lo que queda, y lo restauren.

 Leopoldo Casadiego, de Molokai, Haway, pregunta…: «Soy coleccionista de los números correspondientes a la asistencia a juegos de Grandes Ligas. Y quiero saber cómo es posible que para el sexto de la serie por el campeonato 2016, los Cachorros recibieron en Wrigley Field 42 mil 386 personas, mientras que la mayor cantidad en la Serie Mundial fue la del quinto juego, solo 41 mil 711. ¿Cómo es posible que vaya más gente al playoffs que al máximo evento?”.

 Amigo Leo…: Para la Serie Mundial tuvieron que hacer un palco de la prensa auxiliar por el leftfield, además de obsequiar numerosos boletos de cortesía para otras localidades a ejecutivos de Major League Baseball y de los equipos. Esa diferencia de 675 me parece menor de lo que imaginaba. Es lógico que para la Serie Mundial necesitaran más sillas extras.

Luis Ballesteros M. de Culiacán, pregunta…: “Con dos outs, corredores en primera y tercera, la pizarra empatada, se juega el cierre del noveno inning, y conectan hit al outfield, anota legalmente el de tercera, el bateador se posesiona de la primera, y el que estaba en esa base corre al dugout para celebrar la victoria, por lo que tiran a segunda, pisan la almohadilla, y el umpire sentencia el out. ¿Vale la carrera?”.

 Amigo Lucho…: Mi amigo, el umpire profesional de Venezuela, Juan Loiza, te responde: “Eso es como si hubieran bateado roletazo al shortstop. Out forzado y no vale la carrera”. Algo similar ocurrió en Grandes Ligas. En la tarde del 23 de septiembre de 1908, Fred Merkle (Gigantes) bateaba frente a los Cachorros, con dos outs, en la segunda entrada del noveno inning, la pizarra empatada a una, y Moose McCormick en primera. Merkle conectó sencillo, McCormick llegó a tercera. El siguiente bateador, Al Bridwell, también disparó hit, anotó McCormick la aparente carrera de la victoria, y Merkle decidió irse al chubhouse, en vez de alcanzar la segunda base. Pidieron la pelota y pisaron esa almohadilla. Out. No valió la carrera. Desde ese día llamaron a Merkle “Bonehead” (Cabeza de hueso).

 ATENCIÓN.- Puedes leer todo el archivo reciente de “Juan Vené en la Pelota”, si entras en internet por “el deporte vuelve a unirnos”.

 Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

Jbeisbol5@aol.com

@juanvene5      




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