A partir de los 40 años el hombre debe vigilar si su próstata funciona bien

 

Los chequeos médicos pertinentes para detectar enfermedades en la próstata permiten identificar rápidamente más de 90% de los casos de patologías de la glándula, como la prostatitis (inflamación de la próstata causada por infecciones), hiperplasia prostática benigna (agrandamiento no canceroso de la próstata) y el cáncer de próstata.

En vísperas del Día Internacional del Hombre, este 19 de noviembre, se insiste en que deben efectuarse los chequeos una vez al año, por lo cual resulta pertinente retomar la consulta al urólogo. Para muchos hombres, los chequeos urológicos pueden representar un dolor de cabeza, pues existen muchos mitos y realidades acerca de ellos.

De acuerdo con el urólogo Antonio León, los más comunes son los siguientes:

  • Cualquier problema de próstata requiere cirugía: no todas las enfermedades de la próstata son de manejo quirúrgico. Hay muchas enfermedades manejables con medicamentos.
  • El tacto rectal es un procedimiento doloroso: el tacto rectal es una prueba fundamental que se realiza con el dedo índice enguantado y lubricado, que en manos profesionales no generan mayor incomodidad. Ésta es una las herramientas más importantes para el diagnóstico y seguimiento de la glándula genital interna del hombre, ubicada debajo de la vejiga y que cumple un rol importante en la reproducción.
  • Los pacientes operados de próstata quedan impotentes u orinan con pañales: Pocos pacientes quedan con estos inconvenientes como secuelas y solo ocurre en los pacientes operados por cáncer y en manos no experimentadas. La mayoría de los pacientes logran una erección normal y la continencia urinaria.

¿Revisión a los 50?

El doctor León recalcó que, como toda glándula u órgano del cuerpo humano, la próstata puede enfermarse y envejecer, sobre todo cuando el hombre tiene más de 50 años. La población menor de esa edad también debe chequearse cuando tenga síntomas miccionales (disuria, ardor al ordinar, chorro débil, micciones aumentadas en frecuencia, entre otras).

El médico señaló que, si la persona tiene antecedentes familiares de cáncer de próstata, raza afroamericana y obesidad, a los 45 años también debe someterse a revisiones. Además, un chequeo urológico será necesario cuando el paciente presente disfunción sexual eréctil, eyaculaciones sanguinolentas o antígeno prostático específico (PSA) elevado.

¿Y si la próstata aumenta de tamaño?   

La Hiperplasia Prostática es una enfermedad benigna y progresiva, con la cual la glándula aumenta de tamaño y consistencia, y en consecuencia el flujo normal de la orina durante la micción se ve alterado, hasta el punto de interrumpirse por completo. Además, puede presentar un globo vesical doloroso (dilatación de la vejiga con retención de orina).

Tal padecimiento pudiera provocar infecciones urinarias, hematurias, formación de cálculos e insuficiencia renal, pudiendo requerir entonces de hemodiálisis.

El doctor León explicó que, en las etapas precoces de la enfermedad se pueden utilizar medicamentos tales como clorhidrato de tamsulosina, que actúan bloqueando receptores ubicados en el piso de la vejiga, en la uretra prostática y en la musculatura de la próstata, lo cual conlleva a que disminuya la tensión superficial de estos tejidos facilitando la salida de la orina, con menor presión y con mayor facilidad, con lo que mejoran los síntomas de la enfermedad, y, así, la calidad de vida del paciente.




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