Se infiere la existencia de pintores en Carabobo, por el registro en 1710 del primer comprador de arte: Gerónimo Rodríguez de Lamas propietario de la hacienda Trincheras y de una colección de 84 pinturas en su casa valenciana.
Hace falta un estudio, técnico y artístico de las obras de pintores de Carabobo desde 1830 hasta nuestros días. Valencia, desde los primeros años de nuestra República, fue asientoprincipalde la pintura del país. en puja de fecundidad con Maracaibo y Caracas. Esta última favorecida por la tendencia centralista de la evolución cultural.
Es hora también que el arte retorne a la calle y estimule la formación del gusto artístico desde la vida cotidiana en ruptura con el hábito de aislar lo bello en espacios privados. Se han intentado en Valencia tres experiencias: las esculturas de la plaza El Viñedo; la iniciativa de la Fundación Cabriales con dos exposiciones, una el Parque Fernando Peñalver “De brujas a curanderas” en homenaje al maestro Vigas, que contó con su supervisión y presencia en la inauguración y otra en el Negra Hipólita al que se invitó al Grupo Artemusa en abril de 2011con su exposición sobre las Estaciones del vía Crucis. Finalmente, la exitosa permanencia del programa Naguanagua, ciudad Museo, desde 2012.
En la conformación inicial de Valencia como referencia pictórica concurrieron dos factores, poder político o económico y voluntad de mecenazgo. Estas condiciones las reunía el General Páezcuando encomienda a Pedro Castillo, un iniciador de la pintura muralen Venezuela, la realización de siete murales para celebrar las siete batallas en las que condujo victorias patriotas. Esas obras pueden apreciarse en la Casa Páez, la primera residencia presidencial y también en la Capilla de la Casa de la Estrella.
Pero el arte es un bien frágil que gobernantes hostiles a la cultura consideran menos que una decoración superflua. Les desagrada que el arte sea un componente de civilización y que el saber constituya la forma principal de crecimiento humano. La misión de los pintores es crear un patrimonio espiritual imprescindible para elaborar identidad y afirmar el derecho a vivir y convivir con alegría.
Seleccionar es excluir, pero más que una enumeración de nombres, el propósito es abarcar distintas escuelas y corrientes desde la épica, la romántica, la clásica, la neofigurativa, la cinética, la conceptual, la objectual y las búsquedas actuales para reinventar la pintura.
Grandes artistas del siglo XIX son de Valencia: Pedro Castillo, Arturo Michelena, Toledo Tovar, Andrés Pérez Mujica, Herrera Toro.
En el siglo XX destacan Oswaldo Vigas, Luis Guevara Moreno, Braulio Salazar, Leopoldo De la Madriz, Luis Eduardo Chávez, Darío Pérez Flores Vladimir Zabaleta, Armando Pérez, Paco Bugallo, Carlos Zerpa, Jorge Veliz, Walter Arp, Ramón Belisario, Héctor Hernández,Manuel Pérez, Pilar Taboada, Lula Beltrand, Waleska Pons, Mercedes González, DonataBazzochi, Miguel Cabrera, Waldemar Romero, Rubén Colombo, Gabriela Lázkaris, Maritza Góngora, María Esther Barbieri, Luisa Dunia, Anna Fioravanti, Marlén La Rosa, Manuela Moreira, PieraReverón, María Helena Rodríguez, Natalia Procopovich o Tania Zambrano.
Entre los pintores sin academia se debe mencionar a Feliciano Carvallo, Elizabeth Conde y Rafael Romero artistas de la minuciosidad, la gracia popular, el espíritu festivo y la pintura relato.
Los artistas de Valencia, ciudad de pintores, enfrentan hoy el desafío de ir más allá de la proporción áurea, las reglas que erigen al dibujo en el palimpsesto de la obra, el manejo del coloro el uso de materiales convencionalmente asociados a la pintura. Las artes plásticas piden nuevos rumbos.
