Decenas de personas serán entrevistadas este lunes, 5 de noviembre, en una corte federal de Nueva York para seleccionar al jurado que decidirá el futuro del mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, cuyo juicio inició bajo fuertes medidas de seguridad.
A casi dos años de ser extraditado a Estados Unidos (EEUU), el líder del cartel de Sinaloa, principal exportador de drogas a este país, afronta un juicio que no prevé tratar el fondo del asunto hasta el próximo 13 de noviembre, luego de elegir al jurado. El Gobierno norteamericano pide en contra de Guzmán Loera cadena perpetua por narcotráfico.
El jurado será seleccionado fuera del ojo público y solo ante cinco periodistas, que luego difundirán los resultados a los medios que cubre el histórico y mediático juicio.
Jurados custodiados
Inicialmente, la cifra de posibles miembros del jurado ascendía a más de mil personas. Posteriormente, se redujo a un centenar. Sin embargo, actualmente se desconoce cuántos serán entrevistados.
En principio, deberán ser elegidos doce jurados y seis suplentes . Sus nombres, dónde viven y trabajan, no serán revelados. Los miembros del juicio irán a la corte y regresarán a sus hogares custodiados por alguaciles. Las autoridades teman que aliados de Guzmán Loera puedan atentar contra su vida.
El cartel de Sinaloa es la organización criminal de mayor presencia internacional, de acuerdo con agencia antidrogas de EEUU.
Otras reservas
Las reglas de el juez del caso, Brian Cogan, incluyen a los abogados y la fiscalía, ya que solo pueden tener a dos representantes cada uno durante el interrogatorio.
De acuerdo con Cogan, este proceso debe asegurar los derechos del jurado a su seguridad, el de la prensa a informar y el debido proceso de ley al acusado. Los nombres de testigos, antiguos colaboradores, subordinados permanece aún en reserva.
El Chapo es mantenido en el ala más segura del Centro Correccional Metropolitano, en Mannhattan desde su extradición a Nueva York, autorizada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con el acuerdo de que no se le impondrá la pena de muerte.
Su traslado se hace bajo extremas medidas de seguridad que incluyen un convoy de vehículos y agentes armados, un helicóptero que vigila el proceso, además de la seguridad en el edificio del tribunal donde también hay unidades caninas. El puente de Brooklyn queda cerrado a su paso.
Se prevé que el juicio pueda extenderse entre tres y cuatro meses.
