El 1ro de octubre de 1818, el Libertador ha puesto en orden la administración pública y mejorado la capacidad operativa del ejército, ahora se dedica a preparar el segundo Congreso Constituyente de la República, para dar seguridad jurídica al incipiente estado, que debería ajustarse a la realidad imperante. Se busca darle cumplimiento a los Decretos suscritos en 1816, al establecerse la III República. Hasta entonces han transcurrido ocho años de guerra fratricida, triunfos y adversidades que han enseñado al Bolívar las
notables dificultades de su homérica empresa.

De su análisis político se desprende la siguiente conclusión: antes de volver a la lucha armada debe instalarse el Segundo Congreso de Venezuela para darle consistencia a la república. En el Palacio de Gobierno en Santo Tomás de Angostura consulta al Consejo de Estado, fundado el 30 de octubre de 1817 para convocar la Elección de Diputados; una comisión redactará el documento eleccionario; Juan Germán Roscio la preside y como colaboradores Fernando Peñalver, Juan Martínez, Ramón García Cádiz y Diego Bautista Urbaneja. El Reglamento presentado al Consejo de Estado, lo rubrica Bolívar el 24 de octubre.

Se ha decidido: El Congreso habrá de reunirse en Angostura el 1ro de enero de 1819, inicialmente participarán las provincias de Caracas, Barcelona, Cumaná, Barinas, Guayana y Margarita, invitación extendida a Mérida, Trujillo y Casanare, ésta última perteneciente a la Nueva Granada, pero íntimamente ligada a la causa emancipadora; cada provincia aportará cinco diputados. Recordemos que a la caída de la I República, había trazado el análisis de sus causas, y las críticas conducentes al establecimiento de un Estado firme.”. Bolívar autodenominado “El hombre de las dificultades”, después de la caída de la Segunda República en 1814, mantenía su afán de levantarla de las ruinas.

En 1817 la valiosa actividad del general en jefe Manuel Piar, dio la liberación de Guayana, la más vasta provincia de la nación colonial, pero al mismo tiempo la más despoblada y sin recursos. La reunión al Congreso de Angostura, era una promesa convertida en realidad, luego de la primera expedición de Haití antes de la asamblea de notables en Santa Ana isla de Margarita, donde le confirman la Jefatura Suprema. En el Congreso próximo a reunirse, debía aprobarse una nueva Constitución, destinada a enmendar las fallas de la Carta magna de 1811, para dar al Estado solidez y estabilidad sin sacrificar la libertad. El 1ro de enero de 1819 se suspende la instalación del Congreso, por solo haber llegado los  diputados electos de Margarita, Barinas, Cumaná y Guayana.

Para aquella fecha aún no estaban presentes a su cita con la historia los de Caracas y Barcelona, agregando más tarde los de Casanare. Como diputados fueron elegidos o designados: Por la Provincia de Caracas: Dr. Juan Germán Roscio, Dr. Luís Tomás Peraza, Lic. José España, Onofre Basalo y Francisco Zea. Por la Provincia de Barcelona: Cnel.
Francisco Parejo, Cnel. Eduardo Hurtado, Lic. Diego Bautista Urbaneja, Lic. Ramón García Cádiz y Diego Alcalá. Por la provincia de Barinas: Dr. Ramón Ignacio Méndez, Cnel. Manuel Guerrero, Gral. Rafael Urdaneta, y Antonio Ma Briceño. Por la Provincia de Guayana: Eusebio Afanador, Juan Vte. Cardozo, Intendente del Ejército Fernando Peñalver
y Gral. Pedro León Torres. Por la provincia de Margarita: Lic. Gaspar Marcano, Dr. Manuel Palacios, Lic. Domingo Alzuru y José de Jesús Guevara. Por la Provincia de Cumaná: Gral. en jefe Santiago Mariño, Gral. Tomás Montilla, Dr. Juan Martínez y Cnel. Diego Vallenilla.
Procedente de Apure Bolívar había llegado el 8 de febrero a Angostura.

El 15 de febrero a las 10 de la mañana, se instala el soberano Congreso con la asistencia de veinticinco diputados; las tropas han rendido los honores correspondientes a la llegada del Jefe Supremo quien toma asiento en su sitial de honor. Al tomar la palabra con voz
firme inicia su famoso mensaje conocido “Discurso de Angostura”, obra científica de alta factura y de rico estilo en la Historia del Derecho Constitucional y de las disciplinas político-sociales de la América hispana, iniciándolo

: “Señor, ¡Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad absoluta¡ Durante el desarrollo de su exposición dejó claramente en el auditorio, una serie de factores a tomar en cuenta, tales como:

-La libertad irrestricta de los esclavos -Recomienda institucionalizar la condecoración “Orden de los Libertadores” y la Ley de Reparto de Bienes Nacionales como recompensa a los servidores de la patria. -La unión de la Nueva Granada y Venezuela en un solo estado

-Realiza duras críticas en torno a los regímenes de usurpación -Promueve la práctica del deber ser de los buenos gobiernos -No ve con buenos ojos la perpetuidad en el poder, al estar en peligro la libertad

-Habla sobre el Poder Moral

-Dice que la democracia, la libertad, la igualdad y la justicia no se decretan

-Invoca la importancia de la educación popular para el saber y para la virtud.

Culmina su alocución: “Empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías”

Este brillante documento, destacado como el de mayor exaltación de los siete más conocidos del Libertador, motivó a la universidad San Marcos de Lima otorgarle en junio de 1825, el título de Abogado Honoris Causa. Termina su discurso, añadiendo luego de recibir largos y entusiasmados aplausos: “El Congreso de Venezuela está instalado; en él reside desde este momento, la Soberanía Nacional. Mi espada y la de mis ínclitos compañeros de armas, están siempre prontas a sostener su augusta autoridad:¡Viva el Congreso Nacional.

A los vítores de los presentes siguió una salva de artillería Acto seguido, el Congreso procedió a elegir al Presidente y al Secretario de dicha Cámara. Para Presidente fue elegido Francisco Antonio Zea y como Secretario Interino el Lic. Diego Bautista Urbaneja.

En la sesión del 16 de febrero fue elegido Bolívar Presidente Interino del Estado venezolano y como Vicepresidente fue designado Francisco A. Zea. El Libertador insistía en separarse del mando civil para ocuparse de la campaña libertadora, prefería que el vicepresidente, un civil, asumiera la alta investidura. El Congreso no cambió de opinión dejándolo en el mando supremo.

Luego de esta actividad continuando su afán emancipador sigue por la vía fluvial del “Río Padre” hacia Apure acompañado de 450 infantes ingleses recién llegados y cien llaneros para encontrarse con el “Centauro” Páez. Los aspectos tratados en el discurso de Angostura, son una larga pieza oratoria de profundo sentido filosófico, ético, político y social, que debemos internalizar como un modelo permanente de estudio, análisis y divulgación.

Que así sea

Churuguarero777@gmail.c




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