El Consejo de Seguridad de la ONU reclamó este viernes una investigación rápida y transparente del siniestro esta semana de un helicóptero de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (RDC) y avisó de que, si se trató de un ataque, éste puede constituir un crimen de guerra.
El helicóptero se estrelló el pasado martes cuando sobrevolaba una zona de combates entre el Ejército congolés y los rebeldes del M23 en la provincia de Kivu del Norte, causando la muerte de los ocho «cascos azules» que iban a bordo.
El Gobierno de la RDC acusó al M23 de haber derribado el aparato, algo que Naciones Unidas por ahora no ha confirmado.
El Consejo de Seguridad, en una declaración hecha pública este viernes, condenó «todos los ataques y provocaciones» contra la misión de paz de la ONU (Monusco) y recalcó que atacar de forma deliberada a «cascos azules» puede constituir un crimen de guerra.
Los quince países urgieron a la Secretaría General de la ONU, a la Monusco y a las autoridades de la RDC a llevar a cabo una investigación rápida, exhaustiva y transparente y exigieron que sus responsables, si se encuentran, sean llevados ante la Justicia.
Ceremonia en Kivu
El jefe de las operaciones de paz de Naciones Unidas, el francés Jean-Pierre Lacroix, tiene previsto viajar mañana a Goma, la capital de Kivu del Norte, para participar en una ceremonia en honor de los militares fallecidos (seis paquistaníes, un ruso y un serbio), según anunció hoy la organización.
Varios órganos de Naciones Unidas, incluido el Consejo de Seguridad, expresaron además su preocupación por el aumento de los combates en el territorio de Ruthsuru, en Kivu del Norte, donde cayó el helicóptero de la ONU.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), los choques armados de esta semana han obligado a 46 mil personas a huir de sus hogares; de ellas, unas 10 mil se han refugiado en la vecina Uganda.
Tras varios días de combates contra el Ejército, el M23 anunció este viernes un «alto el fuego unilateral» en esa zona para buscar un diálogo.
El este de la República Democrática del Congo lleva más de dos décadas sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques del Ejército, con más de 5,6 millones de desplazados internos y frecuentes flujos de refugiados a las vecinas Ruanda y Uganda. EFE