Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Sin unidades suficientes para prestar el servicio ni implementos de trabajo y seguridad, ahora la mano de obra de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), debe enfrentar nuevamente al fenómeno de la tercerización derogado por un decreto presidencial hace casi tres años.
Herles Contreras, representante del Sindicato de Trabajadores Profesionales, Técnicos y Afines en Carabobo, (Siprecec) aseguró que desde comienzos de año opera una firma contratada presuntamente por la estatal que está realizando labores de mantenimiento. “Los trabajos de pica y poda en la Gran Valencia, que les hacen trabajadores de Corpoelec, ahora al parecer las realizan empresas privadas con personal contratado que son los que se ven en la calle efectuando estas tareas.
Subyace en la óptica de Contreras dos contradicciones en la política laboral que desarrolla la expropiada por el Gobierno hace 10 años, ya que significaría que una modalidad laboral que fue derogada hace tres años por le Ley Orgánica del Trabajo se estaría aplicando nuevamente.
La otra arista es la que tiene relación con lo económico y la fluidez monetaria y donde el líder laboral se detiene. Argumenta que si la empresa ha sido incapaz de comenzar a homologar y empezar a pagar los salarios, bonos de demás demandas establecidas en el Contrato Colectivo, es incongruente que se contrate más personal ya que este tipo de personal cobra de manera semanal. “En la actualidad un personal de mano de obra calificado está percibiendo mensualmente casi 33 mil bolívares al mes, lo que se traduce en que el Estado, que debería dar el ejemplo en materia laboral, está cancelando por debajo del sueldo mínimo a sus trabajadores”.
El exhorto es hacia el ejecutivo para que honren los compromisos contractuales e inicie el pago de las quincenas con los nuevos salarios establecido en el contrato colectivo en el año 2016 y que empezó a regir desde enero 2017.
La calidad del servicio continuará empeorando. Esto es lo que asevera Contreras al constatar en la protesta realizada por los trabajadores del centro de Servicio ubicado en Castillito que de 30 unidades que debería contar la Gran Valencia sólo cuenta con dos carros. El afectado será el ciudadano común, ya que a esta deficiencia se une la carencia de partes como fusibles, grapas, bombillos, de herramientas como alicates aislantes y piquetas, y de implementos como botas de seguridad, guantes y uniformes.
