Deslizamiento en Las Chimeneas. (Foto: cortesía)

Vecinos del sector I, avenida 92 con 93 de la urbanización Las Chimeneas en el municipio Valencia, estado Carabobo, vivieron un momento de terror, cuando escucharon un estruendo que venía de la montaña ubicada frente a sus edificios residenciales.

Aterradoras resultan las escenas cuando observa cómo el pequeño cerro se viene abajo.

Jacobo Vidarte, rescatista y experto en siniestros, explicó que se trató de un  deslizamiento de tierra, el cual puede ocurrir por varias razones.

La más común y que cobra peso en este caso, es por el vencimiento de la gravedad por parte de un cuerpo de tierra, que se incrementó, probablemente por lluvias.

Vidarte descarta que se haya tratado de algún evento sísmico. Eso lo determinarán los expertos luego de hacer el estudio respectivo, para ver cuál fue la causa de este deslizamiento que originó el desprendimiento de masa y rocas.

“Todo apunta, según mi experiencia a que se trató debido a las lluvias recientes y que van a seguir ocurriendo”, agregó.

Lo otro es determinar la vulnerabilidad que tiene el terreno posterior a este evento, a manera de poder con certeza dar recomendaciones. Se espera que continúen las lluvias y  por muy baja intensidad que tengan, si éstas son frecuentes, es probable que pudiera repetirse otro deslizamiento y haya que tomar las precauciones necesarias para garatizar la seguridad de todos los vecinos de ese sector y sus residencias, subrayó el rescatita carabobeño.

Jacobo Vidarte publicó el video en su cuenta Twitter en el que se visualiza el alud de tierra y piedras desatando un derrumbe en instantes, quedando obstruido uno de los canales de libre circulción.

La buena noticia es que a pesar de que este cerro se encuentra dentro de los linderos del conjunto residencial, quizás por ser domingo, al momento del suceso no habían personas ni vehículos cerca del sitio, y todo ocurrió en minutos y sin víctimas materiales ni humanas que lamentar, indicó Vidarte.

Cómo reconocer las señales de advertencia

  • Se producen cambios como marcas de drenaje del agua de tormenta en las pendientes (especialmente en los lugares donde convergen las aguas de lluvia), movimientos de tierra, pequeños deslizamientos, corrientes o árboles que se inclinan progresivamente.
  • Las puertas o ventanas se traban por primera vez.
  • Aparecen nuevas grietas en el yeso, los azulejos, los ladrillos o los cimientos.
  • Las paredes exteriores, pasillos o escaleras comienzan a separarse de la vivienda.
  • Lentamente se producen grietas cada vez mayores en el piso o en las áreas pavimentadas, como las calles o entradas para automóviles.
  • Se rompen las tuberías subterráneas de servicios públicos.
  • Aparece una protuberancia de tierra en la base de una pendiente.
  • Aparece agua en la superficie en lugares nuevos.
  • Las cercas, los muros de contención, los postes de servicios públicos o los árboles se inclinan o se mueven.
  • Cuando se acerca un deslizamiento de tierra, se oye un rugido débil que se hace cada vez más perceptible.
  • La tierra se desliza hacia abajo en una dirección y puede desviarse hacia esa dirección bajo sus pies.
  • Los sonidos inusuales, como el crujido de árboles o el golpeteo de rocas, pueden indicar el movimiento de escombros.
  • Al conducir, se ve pavimento derrumbado, lodo, rocas caídas y otros indicios de posibles avalanchas de escombros (los terraplenes a los costados de las carreteras son particularmente susceptibles a los deslizamientos de tierra).



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