A los comerciantes no les gusta que los califiquen como especuladores por tener altos precios en sus productos, pero ninguno tiene una explicación en cuanto a la diferencia entre uno y otros.
“Eso es lo que cuesta, señora”, responden cuando se les pregunta por qué está tan cara la mercancía.
En supermercados de Valencia y Naguanagua, los precios de un mismo producto varían hasta en ocho mil bolívares. Un ejemplo de ello es la harina de maíz marca PAN, en un supermercado de la avenida Bolívar Norte de Valencia, un kilogramo cuesta 94 mil 100 bolívares. Y en otro, que está una cuadra después, 91 mil 650. Ese mismo producto lo venden en el Mercado Municipal de Naguanagua en 86 mil, 90 mil y en un dólar.
El precio del azúcar también varía. En algunos locales se consigue en 60 mil 500 y en otros 70 mil bolívares, aunque en un supermercado de Naguanagua cuesta 10 mil bolívares más.
Los recorridos lo confirman
En un recorrido realizado por supermercados y mercados, se evidenció que la cebolla está más barata en los primeros. Hasta 54 mil 300 piden por un kilo en un supermercado de la avenida Bolívar Norte de Valencia, y en el Mercado Municipal de Naguanagua piden entre 70 mil y 80 mil bolívares.
El tomate está carísimo, entre 142 mil y 174 mil cuesta un kilo en Valencia, mientras que en Naguanagua cuesta 140 mil y 180 mil.
En estos días de cuarentena social, los supermercados se encuentran poco concurridos, tal vez porque los precios espantan a los compradores.
Productos nada baratos
Para comprar granos hay que caminar bastante, porque de baratos no tienen nada. La caraota negra empaquetada se ofrece hasta en 186 mil bolívares el kilo, mientras que las que vienen en saco, 110 mil bolívares. Para quienes les gustan exquisiteces en granos, un kilo de garbanzos cuesta 294 mil bolívares y el de caraotas blancas, 240 mil bolívares.
Otro alimento que ha subido de precio considerablemente en los últimos días es la carne, que pasó de 165 mil bolívares a 378 mil bolívares la de primera. Los carniceros desconocen el motivo de tal incremento.
Los alcaldes de Valencia y Naguanagua anunciaron que funcionarios a su cargo estarían pendientes de la variación de precios. Intentamos recabar información sobre el asunto, pero la comunicación telefónica resultó infructuosa.
