Los uniformados se desplegaron en busca cortesía)

Víctimas de un ataque imprevisto al ser emboscados en la Cota 905, murieron el oficial jefe Robert Rafael Paredes Anzola (34) y el oficial agregado Rafael Junior Pedroza Sanmartín (26), funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana destacados en la Estación Policial de la parroquia Santa Rosalía.

Ellos formaban parte de un grupo de más de 10 uniformados que a las 11:30 de la noche del jueves se desplegaron para atender un llamado de emergencia. Salieron de la calle Bucare de El Cementerio, subieron por el callejón Vargas y entrando por la parte alta de la Cota 905 los acorralaron.

Paredes fue impactado en cuatro oportunidades y Pedroza recibió un tiro en una pierna. Sus compañeros los trasladaron a la clínica Atias, de Los Rosales, donde los médicos certificaron que el primero de ellos había fallecido, pero no habiendo los recursos para atender a Pedroza, fue llevado a la policlínica Cabisoguarnac, de la Guardia Nacional Bolivariana, en El Paraíso, allí tampoco lo socorrieron y al ser ingresado en la clínica Loira de la misma urbanización, falleció. La bala le había perforado la femoral y se desangró.

Paredes Anzola vivía en el sector Boquerón, de Catia, vía El Junquito, dejó cuatro hijos, pertenecía a la 3ra cohorte, migrado de la extinta Policía Metropolitana egresado del curso número 85.

Pedroza Sanmartín vivía en Nuevo Horizonte, Catia, menor de 11 hermanos, casado, sin hijos, egresado de la 2da promoción de la Unes y tenía seis años en la PNB.

Sus familiares estaban devastados. Se supo que su madre había viajado a Colombia y venía en camino. Su padre está enfermo. Su hermana María Gabriela Pedroza estaba inconsolable.

-Era un funcionario ejemplar, responsable en su trabajo. No puedo creer que esto nos esté pasando. Siento que me arrancaron el alma. ¡No me pidan que me calme, ustedes no saben lo que estoy sintiendo! Exclamaba fuera de si.

A las 4:00 de la madrugada les avisaron que lo habían herido y estaba en la clínica Loira. Ella lo vio a las 3:00 de la tarde, cuando salió a trabajar y le dijo “te dejo tu comida en el microondas”.

Se supo que la póliza del seguro que tienen los PNB no les cubre lo suficiente para una operación. En varias clínicas no los reciben porque existen deudas con el seguro. Hace unos días llevaron a una clínica a un oficial, con un cuadro de peritonitis, los 390 mil bolívares de la póliza se agotaron con los exámenes preoperatorios y tuvieron que trasladarlo a un hospital público para intervenirlo.

Los oficiales están preocupados, no cuentan con un seguro que les cubra una emergencia y arriesgan su vida ante delincuentes con mayor poder de fuego.

Pedroza tenía más de un año pidiendo cambio para el estado Táchira.

Al caer la tarde de ayer se supo que comisiones de la PNB y del Cicpc, realizaron operativos en la Cota 905, y cayeron abatidos al menos dos hombres, presuntamente involucrados en el ataque contra los oficiales.

Los responsables del doble homicidio pertenecen a la banda del “Coqui” y “El Galvis”.

El 30 de marzo de 2015 fue asesinado en esa misma zona, con una granada, el oficial Eduardo Hernández (21), quien vino de Valencia a hacer un curso y salió esa noche a acompañar a sus colegas en el operativo de búsqueda de los homicidas del funcionario Samir Pérez Navas, a quien habían acribillado a tiros esa mañana, le destrozaron la cabeza con una piedra y lo quemaron.

Con Paredes y Pedroza suman 24 los policías asesinados en lo que va de año en la Gran Caracas.




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