Debe ser todo un récord Guinnes. No creo que haya competencia. Es un caso excepcional, digno de estudio para universidades y escuelas de ciencias políticas. Me gustaría que algún historiador me dijera si ha habido otro caso igual o parecido.

Quien esto escribe, sólo hizo una rápida búsqueda en Google, y encontró, en apenas cinco minutos, nueve ocasiones en las cuales, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro Moros ha solicitado hablar con el Presidente de Estados Unidos, su archienemigo imperialista, Donald Trump.

Maduro ha llamado por teléfono a Trump, pero éste no le ha atendido. Le escribió por la red social Twitter, pero @potus no le prestó atención. Y lo último: se echó un viaje a Nueva York, directo y sin escalas, con la certeza de que el Presidente de Estados Unidos lo atendería, en el marco de la Asamblea General de la ONU, pero el magnate devenido en Jefe de Estado de la primera potencia mundial, no le paró pelotas.

En el plano internacional, los presidentes y jefes de estado de otras naciones ven a su colega venezolano con pena ajena. No es normal, ni muy diplomático, que un Presidente le jale bolas a otro para que lo atienda. Casi todos los presidentes que han querido hablar con el presidente de EEUU lo han hecho. Hasta el peligrosísimo Kim Jong-Un, de Corea del Norte, logró su tan ansiada cumbre con Donald Trump. Pero Maduro sigue a la espera, anhelando ese encuentro, soñando con esa fotografía.

¿Hablará Trump con Maduro? Todo parece indicar que no. El presidente norteamericano dijo la semana pasada, ante las insistentes preguntas de algunos periodistas, que “Si tuviera tiempo lo haría”. Pero segundos después, puso algunas condiciones: “Él (Maduro) tiene que arreglar las cosas. Tiene que actuar de forma mucho más humana … Ciertamente estaría dispuesto a ello … Siempre que pueda salvar vidas. Si es una vida, estoy dispuesto”.

Los asesores de Maduro vieron una oportunidad cuando escucharon las palabras pronunciadas por Trump. El dictador preguntó a los empleados de la embajada en Washington y la representación diplomática en la ONU si había alguna posibilidad de una reunión con el Presidente de EEUU. La respuesta fue sí, y Maduro, raudo y veloz, cambió la agenda que tenía en Caracas, se montó en un avión con Cilia Flores y se fue a la Asamblea General de la ONU, donde días antes había decidido no asistir. El resto de la historia ya la conocen. Una caricatura de Edo reflejó extraordinariamente bien lo ocurrido.

Ahora bien: ¿Cuántas veces ha pedido Maduro una reunión o una conversación con Donald Trump? Muchas. Demasiadas. Tantas, que la vaina ya raya en el ridículo y la desesperación.

Veamos:

1)  27 de junio de 2017: El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reafirmó su disposición de establecer un diálogo de paz y respeto con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump.

“Si quiere hablar de paz, de relaciones de respeto, Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, está listo para conversar de paz, de respeto, de prosperidad del continente (…) Yo creo en la diplomacia de paz, creo en la palabra”, dijo el mandatario venezolano durante la juramentación de los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en el Poliedro de Caracas.

2)  14 de julio de 2017«Díganle al presidente Donald Trump que un día aspiro a darle la mano y hablar face to face (cara a cara), en términos de respetode los beneficios que deben y pueden tener (las) buenas relaciones entre el Gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno Bolivariano de Venezuela».

3)  12 de agosto 2017: En un comunicado, la Casa Blanca informó que «Hoy, Nicolás Maduro solicitó una llamada telefónica con el presidente Trump». No se ofrecieron detalles de quién había recibido la llamada telefónica, pero lo que sí se dijo fue que “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estará dispuesto a sostener una conversación con el líder de Venezuela cuando la democracia sea restaurada en el país caribeño”.

4)  08 de noviembre de 2017«Si está tan interesado en Venezuela, aquí estoy yo (…) Mister Donald Trump, aquí está mi mano», dijo Maduro, al acudir ese jueves en el Palacio Legislativo a la sesión de la fraudulenta e ilegal Asamblea Nacional Constituyente, cuyos 545 miembros le ratificaron por unanimidad como presidente, jefe de Estado y de gobierno, y comandante de la Fuerza Armada.

Durante ese mismo acto, Maduro, desconociendo por completo las normas de la diplomacia internacional, ordenó a su canciller Jorge Arreaza, como si se tratara de un soldado raso:  «Inicie gestiones, canciller, para que yo tenga una conversación personal con Donald Trump, inicie gestiones para tener una conversación telefónica con Donald Trump», instruyó Maduro al ministro de Relaciones Exteriores.

5)  17 de noviembre de 2017«Yo le digo al presidente Donald Trump, desde aquí le digo: Usted quiere acabar con la producción de droga y el narcotráfico en América Latina, vamos a sentarnos a hablar y usted verá que terminamos toda la producción de droga», dijo Maduro en un acto con las fuerzas de seguridad transmitido por el canal estatal de televisión.
Y para que la jalada de bola fuera mucho mayor, hasta lo invitó a visitar Venezuela: «En mí tiene un aliado, vamos a aliarnos presidente Trump, venga para que conozca esta experiencia y vamos a unir fuerzas», agregó, sin ofrecer más detalles.

6)  18 de febrero de 2018: El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, una reunión para iniciar un “diálogo” entre ambos países, en un mensaje que le escribió este en Twitter.

“@RealDonaldTrump hizo campaña promoviendo la no intromisión en los asuntos internos de otros países. Llegó el momento de cumplirlo y cambiar su agenda de agresión por una de diálogo. ¿Diálogo en Caracas o Washington DC? Hora y lugar y ahí estaré” (@NicolasMaduro).

7)  26 de febrero de 2018Si se diera la oportunidad que yo tuve como canciller y como presidente de darle la mano a (el expresidente Barack) Obama, de saludarlo con respeto, yo lo haría con el presidente Donald Trump, ojalá se diera esa oportunidad», dijo Maduro en una entrevista transmitida por el canal estatal de televisión, VTV.

8)  20 de agosto de 2018“Si el presidente Donald Trump, el Departamento de Estado o cualquier instancia quisiera establecer un diálogo o canales de comunicación fluidos, respetuosos, para una cooperación entre gobiernos, yo estaría listo y dispuesto para hacerlo, con todas las diferencias que tenemos”, afirmó Maduro durante una cadena nacional de radio y televisión en un acto en el Palacio de Miraflores.

Los esfuerzos de Maduro para hablar con Donald Trump han sido incesantes pero infructuosos. El dictador venezolano se ha reunido en el Palacio de Miraflores con varios senadores y congresistas republicanos, a quienes ha solicitado, en privado, que hagan todo lo posible por ponerlo a hablar con el Presidente de Estados Unidos.

El gobierno se ha gastado una fortuna contratando empresas de lobby en Washington, a quienes ha pedido una sola cosa: una reunión con Trump. Pero nada de eso ha funcionado. Lo convencieron de dejar en libertad a Joshua Holt, como un gesto de buena voluntad que podría abrir las puertas de la Casa Blanca. De nada sirvió. Su última carta, enviar al gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, para intentar un encuentro cercano del tercer tipo con el presidente norteamericano tampoco produjo resultados.

Los deseos de reunirse con el presidente Donald Trump son tan grandes, que cuando vieron por televisión las declaraciones del líder republicano,  el pasado miércoles 26 de septiembre, aduciendo que ciertamente “estaría dispuesto a” reunirse con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en las Naciones Unidas”, hubo gritos de alegría en el Palacio de Miraflores.

Los asesores de Maduro no leyeron bien las declaraciones del mandatario norteamericano y no analizaron el contexto en el cual se producían. Trump dijo “Si él está aquí y quiere reunirse, no sé, no estaba en mi mente, no estaba en mi plato”. Y para que se viera muy claro que no era el Presidente de Estados Unidos, el que estaba pidiendo una reunión con Maduro (como pretendieron hacer ver los laboratorios mediáticos de la revolución) el mandatario expuso una frase que puso las cosas en su lugar: “Todas las opciones están sobre la mesa (en el caso de Venezuela), las fuertes y las menos fuertes, y sabes lo que quiero decir con fuertes”, dijo.

Maduro se tragó el cuento de que Trump lo recibiría en la ONU. Llegó a Nueva York como un muchachito con juguete nuevo, con la certeza de que, por primera vez, estrecharía la mano de su archienemigo. Soñó con esa foto durante el trayecto entre Caracas y la gran manzana. Se vio en la portada de todos los periódicos y en los noticiarios del mundo entero, abrazándose con Donald Trump como lo hizo en Turquía, en medio de una bacanal de carnes y vinos, con el chef turco Nusret Gökçe.

Pero no hubo reunión, ni foto, ni abrazo, ni chance de entregar un libro como hizo Chávez con Barack Obama. Cuando llegó la hora de dar el discurso, frente a una sala vacía, con diplomáticos de segunda y tercera categoría, de esos que van en las comitivas para hacer bulto, Maduro volvió a suplicar a Donald Trump:

9)  27 de septiembre de 2018«Pues yo le digo, yo le ratifico desde esta tribuna, a pesar de las inmensas diferencias históricas, inmensas diferencias ideológicas (…), que estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de EE.UU. y a sentarme a dialogar sobre los asuntos de las diferencias bilaterales y los asuntos de la región».

Conclusión: Maduro quiere hablar con Trump. Pero Trump no quiere hablar con Maduro. Trump lo que quiere es que se vaya Maduro. La opción militar de Trump sigue allí, sobre su escritorio de la oficina Oval. No la ha desechado. Su aplicación dependerá de lo que ocurra el próximo 6 de noviembre durante las elecciones del Congreso.

Por cierto: algo me dice que el ridículo que hizo Maduro en la ONU no quedará sin castigo. Arreaza tiene los días contados en la Cancillería. Y Samuel Moncada debería empezar a preparar sus maletas. Si no son capaces de hacer que Trump atienda el teléfono o responda un simple tuit, es porque definitivamente no sirven para nada.




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