El Gobierno francés aumentó hasta los 409, 14 de ellos graves, el recuento de heridos y hasta 282 el de detenciones en la tensa jornada de protestas que se registró el sábado en varios puntos del país, donde el movimiento conocido como los "chalecos amarillos" se alzó contra las tasas a los carburantes.
El Ministerio de Interior mantuvo en este balance el número de fallecidos -una jubilada atropellada en el sureste de Francia- e informó que esta noche todavía estaban activos varios puntos de protesta ciudadana.
"Esta noche ha sido agitada (...) Hubo agresiones, peleas, cuchilladas", lamentó el ministro del Interior, Christophe Castaner.
Esta mañana todavía había numerosos puntos de manifestaciones en rotondas, peajes y carreteras esparcidos por todo el país.
Esta revuelta popular, organizada en las redes sociales sin la tutela de un partido o un sindicato, también acabó con heridos entre las fuerzas del orden y equipos médicos, un total de 28, "algunos de ellos graves", puntualizó Castaner.
Los "chalecos amarillos", en alusión a la prenda fluorescente que portan los manifestantes, que es obligatoria llevar dentro de los vehículos, protestó, en un primer momento, al alza tributaria sobre los carburantes para financiar la transición energética, aunque rápidamente se extendió a la falta de poder adquisitivo en general. EFE