Foto Carolina González

Este miércoles las estaciones de servicio comenzaron a trabajar 24 horas, lo cual ha contribuido a disminuir las colas que se forman en los alrededores.

En la E/S Paramacay la cola fluyó. A las 7:30 de la noche pocos vehículos aguardaban su turno para equipar combustible. Los usuarios incrédulos aguardaban su turno, algunos con temor a que les comunicaran que la gasolina se acabó, otros esperanzados en poder llenar el tanque.

Los militares eran optimistas. «La cola fluye, hay pocas personas y hay gasolina». En la propia gasolinera aguardaban unos 10 carros en fila. «Llegué hace menos de una hora y ya estoy aquí», comentó una mujer que esperaba turno para pagar antes de surtir.

En la avenida Universidad no había cola. Así ha sido desde que se decidió que la cola empezará en la esquina del ambulatorio militar y mantener algo más despejada la principal vía del municipio Naguanagua.

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Cerca del hospitalito militar una cola de unos 50 carros avanzaba con frecuencia. Algunos conductores tenían una hora en la cola, otros un poco menos.

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Al frente, en la calle de El Carabobeño, aguardaban pacientemente los conductores de vehículos cuyas placas terminan en 1 y 2. Ellos están en en lugar desde el martes en la mañana. Este miércoles estaban esperanzados de que no tendrían que amanecer. Los militares comentaron que a las 12:00 de la noche ya podrían comenzar a equipar. «Nos ahorramos al menos 7 horas de cola», decían algunos conductores.

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Otros mantenían la esperanza de que en Paracamay hicieran lo mismo que en la estación de servicio de la avenida Bolívar vieja. Allí, cuando se acabaron los carros con placas terminadas en 0 y 9, a los que les correspondía equipar este miércoles, comenzaron a dar paso a los terminados en 1 y 2, que les corresponde a partir de las 12:00 de la noche.

En la E/S Santa Ana, unos metros más adelante, la situación era aún más aliviada. Muy pocos carros en cola y también muy pocos conductores haciendo fila para pagar el combustible. Con el ticket en la mano se dirigían hacia los policías municipales que custodiaban la bomba, quienes les permitían el ingreso, tanto por la avenida Universidad, como desde la calle del Sebin.

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La mayoría de estos conductores llegaba, estacionaba su vehículo,pagaba y equipaba. En promedio, tardaban unos 45 minutos en todo el proceso. Se conoció que cerca de las 11:00 de la noche cerró sus puertas porque se acabó el combustible.

En la autopista, la estación de servicio Bárbula I despachaba gasolina subsidiada.

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También mantenía sus puertas abiertas la estación de servicio La Granja. Aquí el panorama era otro. Solo un vehículo llegó a cargar combustible y otro que iba en busca de gas. De resto, solo el bombero y funcionarios policiales encargados del resguardo estaban en el lugar. Esta estación premium solo vende gasolina un costo de 0,50 dólares. «Ha estado sola toda la tarde», comentaron los presentes.

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También con servicio «premium», la estación de servicio frente al vía Venetto estaba abierta, aunque sin afluencia de vehículos.

 

En Valencia, las estaciones de servicio ubicadas en la avenida Bolívar se mantenían funcionando. En la ARC, la E/S Bohío estaba abierta pero sin afluencia de vehículos pues allí se vende a precios internacionales. También operaba la estación de servicio premium El Prado, que además despacha gas y gasoil y la de Los Samanes

En San Diego, la Bosqueserino, conocida como Church Chiken, y La Forqueta, en San Diego. atendían colas no muy largas de vehículos.

Seguidores de El Carabobeño en la red social Instagram denunciaron que hacia Flor Amarillo las bombas  trabajaron hasta las 04:00 pm y que ya hay colas esperando turno para este jueves para las placas que terminan en 1 y 2. «Yo, que mi carro termina en 9, no logre llenar en las estaciones de servicio», dijo el usuario Sr_Avila042.

Información en desarrollo

 

 




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