Después que se iniciara el juicio en contra de los ocho jugadores de rugby que asesinaron a Fernando Báez Sosa; el pasado lunes, Marcial Thomsen, el papá del principal implicado en el ataque al joven de 18 años a las afuera de la discoteca Le Brique, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, habló con los periodistas que se encontraban fuera del juzgado.
Ante el Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores declaró que el testimonio de los amigos de Fernando, demeritan la acusación que la muerte fue planeada y que su hijo Máximo Thomsen dio la patada final.
Marcial manifestó que con las declaraciones quedaba claro que nunca hubo un plan. “Si ellos que estaban ahí (con la víctima) tuvieron afirmaciones vagas, qué pueden decir otros testigos que no estuvieron”.
Cómo inicio todo
El jueves 16 de enero en el año 2020, Fernando Báez Sosa tomó una decisión que lo llevaría a la muerte: Salir a una discoteca con sus amigos. Mientras bailaba en el local Le Brique, debido a la aglomeración sus compañeros tuvieron un cruce de palabras con los rugbiers, que terminaría en una pelea y la expulsión de ambos grupos por puertas separadas.
Fernando y sus siete amigos decidieron comer un helado, mientras esperaban que salieran las otras personas que los acompañaban. La tranquilidad duró solo dos minutos, pues llegaron los ocho victimarios que entre golpes y patadas, le causaron un paro cardiaco. También alejaban y agredían a quienes intentaron defenderlo, todo en 60 segundos.
Cada uno de los exdeportistas tuvo un rol, golpear, patear, grabar o alentar. En el reciente juicio a Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) se los acusó de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
Thomsen resalta entre los demás, pues el jugador del Club Atlético San Isidro, cuna máxima del deporte, fue visto por Luciano Pertossi dando patadas «con odio, con brutalidad y con intención de matar». Además de ser registrado por las cámaras mientras tenía una actitud agresiva, dijo a quienes intentaban detenerlo “quedate tranquila que me lo voy a llevar de trofeo”.
Con información de Olé