El foco está claro en Guacara. En ese municipio, donde el propio alcalde acostumbra a dar reportes de contagios de COVID-19 a través de su programa radial con números alarmantes, se realizan jornadas de desinfección en lugares claves.
El Hospital Dr. Miguel Malpica y la Maternidad Julia Benítez, por ser los centros de salud que presentan mayor afluencia de pacientes y familiares, son constantemente atacados con hipoclorito de sodio en las áreas de observación, trauma shock, triaje, cocina y aislamiento, además de la sala de descanso de médicos y enfermeras.
También se ejecutan estos operativos en ambulatorios y espacios de gran número de personas como las paradas de transporte público, calles, avenidas y diferentes urbanizaciones de la jurisdicción, de acuerdo al comandante del Cuerpo de Bomberos, José Spósito.
El funcionario exhortó a los guacareños a acatar las medidas de prevención contra el virus, especialmente el uso obligatorio de mascarilla, y a los comerciantes a cumplir con los horarios establecidos de atención a los usuarios, tanto en las semanas de cuarentena radical como las de flexibilización.
“Debemos todos sumarnos a esta lucha contra la COVID-19, y no bajar la guardia, preservar la salud es nuestro derecho, pero cuidar de ella es responsabilidad de cada persona que sale a la calle”.
Desde el 15 de diciembre el alcalde Johan Castañeda no da reportes actualizados de la enfermedad. En esa oportunidad dijo que había 167 casos activos y un total de 70 fallecidos. Son cifras que dejan en evidencia el subregistro en Carabobo, tomando en cuenta que, para esa fecha, los números oficiales daban cuenta de solo 34 muertos por coronavirus en la entidad.
