Los bioanalistas venezolanos, se sienten orgullosos de tener como guía permanente desde el 25 de abril de 1950, a su ilustre colega, el trujillano Rafael Rangel, Fundador de la Parasitología, quien legó importantes avances en la especialidad.

Nació en Betijoque, hoy Municipio Rangel, el 25 de abril de 1877;
realizó los estudios elementales en Betijoque, siguió a Mérida a estudiar en el Seminario Diocesano, luego en Maracaibo donde culminó como Bachiller en Filosofía en la Universidad del Zulia el 6 de agosto de 1896.

En sus tiempos libres aprendió alemán, más adelante lo haría con el inglés y el francés.

Inició estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela entre septiembre de ese año y 1898.

No completó el segundo año, a pesar de sus altas calificaciones; sin embargo, el aprendizaje que tuvo en ese breve lapso de formación, las lecciones que recibió de su preparador el doctor Santos Aníbal Dominici en el Instituto Pasteur de Caracas, donde se familiarizó con la Bacteriología y la Microbiología Técnica, haber sido externo en la Cátedra de Clínica Médica, dirigida también por el doctor Dominici en el Hospital Vargas, y el desempeño que tuvo como preparador de las cátedras del doctor José Gregorio Hernández, entre agosto de 1899 y abril de 1903, sobre las técnicas de la Parasitología Microscópica, la coloración de microbios, la elaboración de medios de cultivo, y la inoculación de gérmenes patógenos en animales de laboratorio.

Nombrado el 18 de febrero de 1902, jefe del Laboratorio de Histología y Bacteriología del Hospital Vargas; desarrollando una corta pero fructífera labor investigativa.

Por sugerencia del Dr. Hernández, una de las primeras ideas de estudio, fue el de la Estructura y Fisiología del Sistema Nervioso.

Su contribución en la historia de la medicina, consistió en el análisis sistemático y detallado, fundamentándose en los casos de la Anquilostomiasis, como causa de anemias graves en poblaciones rurales.

En las investigaciones, observó el Parásito Necátor Americanus y sus huevos; hallazgos sumamente útiles para establecer el tratamiento de la anemia.

A fines de 1904, en un viaje a los llanos, logró establecer la causa de la «Derrengadera» o «Peste Boba» de los caballos, al encontrar organismos unicelulares o Tripanosomas en la sangre de animales afectados.

Entre 1906 y 1907, en Miraca cerca de Coro, diagnosticó correctamente como Antrax o Bacillus Anthracis”, una enfermedad conocida vulgarmente como el «Grito de la Cabra».

En marzo de 1908, se presentó en el puerto de La Guaira, una enfermedad infecciosa, presuntamente Peste Bubónica.
Llamado Rangel para los debidos estudios; en un primer momento no logró aislar los agentes etiológicos.

Las autoridades sanitarias, se negaron inicialmente a declarar una cuarentena por problemas económicos y cerrar el puerto por treinta días.

En análisis sucesivos Rangel apreció, que efectivamente se trataba de un brote de «Peste Bubónica», que causó defunciones, que pudieron haberse evitado con las medidas preventivas recomendadas.
En menos de un mes erradicó la enfermedad.

Sobre Rangel cayeron acusaciones infundadas para crearle un antagonismo social y político, acrecentado al perder la protección del Presidente Cipriano Castro, ausentado del país por enfermedad en 1908.

A Rangel le fue negada una beca para estudiar Medicina tropical en Europa.

Sin defensa en el ámbito oficial, atacado inclusive por amigos, y los reclamos de los dueños de casas que tuvieron que ser quemadas, le desarrolló una psicosis depresiva que lo condujo a suicidarse el 20 de agosto de 1909, ingiriendo cianuro en su laboratorio en el Hospital Vargas; contaba apenas treinta y dos años de kedad.

Un lamentable fin que dio origen dos meses después a la obra de teatro «Sombras», de Salustio González Rincones.

El Dr. Enrique Tejera descubrió un tipo de Tripanosoma, denominándolo “Rangeli” en su honor.

Sus restos ingresaron al Panteón Nacional el 20 de agosto de 1977.

Un municipio y parroquia en Trujillo, el Instituto Nacional de Higiene en la U.C.V, instituciones educativas, de salud, y culturales, se honran eternizar su nombre.

Muchas felicitaciones a los Bioanalistas en su día, celebrado el pasado 25 de abril

Eumenes Fuguet Borregales.
eumenes7@gmail.com




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