El 24 de junio de 1821 ocurrió en el país lo que se conoce como la Batalla de Carabobo, que, si bien no fue el último enfrentamiento bélico para sellar la independencia, sí fue decisivo para la expulsión de los españoles de la provincia de Venezuela que para ese momento era parte de la Gran Colombia.
En la Venezuela del 2022, las batallas que deben librar sus ciudadanos son diferentes a las que se daban en el siglo XIX arriba de un caballo y con la espada desenvainada, como se lee en los libros de historia.
Venderlo todo para los exámenes
Las madres de los niños, niñas y adolescentes pacientes del Hospital J. M. de los Ríos en Caracas aseguran que prácticamente a diario les mandan a realizar un urocultivo. Un examen de laboratorio para analizar si hay bacterias u otros microbios en las muestras de orina de sus hijos.
“Nosotras como mamás a veces tenemos que vender los artículos de la casa para poder tener dinero y así realizarles los exámenes a los niños. Hacemos rifas, vendimias, nuestros familiares nos ayudan”, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias una mamá de un paciente del J. M. de los Ríos.
Otra de las madres dijo que a veces los médicos del hospital les recetan a los niños medicamentos que no los tienen las farmacias en Caracas.
“Son importados y tienes que conseguir el número de teléfono de la persona que lo vende para comprarlo. El medicamento llega en unas dos o tres semanas. Entonces, si el paciente lo amerita con urgencia ¿Cómo hacemos las mamás para poder conseguirlo?”, preguntó la señora.
Esa conversación ocurrió el 6 de junio de 2022. Un día antes, una niña de tres meses de edad murió en ese hospital porque no le dieron a tiempo un medicamento que necesitaba con urgencia.
“La niña estaba en Neurocirugía. No había cortisona; el papá tuvo que ir hasta una farmacia para comprar dos ampollas de hidrocortisona y cuando llegó, le pidieron dos más”, relató una de las mamás.
La mujer que cuenta esta historia con rabia dijo que ella tenía las dos ampollas que requería la niña. Las había comprado para que se las aplicaran a su hijo cuando lo operaran pero al ver la situación de vida o muerte que se le presentaba, decidió donarlas para que pudiera salvarse.
A pesar del gesto, la niña de tres meses falleció. “Dicen que aquí hay todo, pero en realidad no hay nada”, se quejó la señora.
Otro de los medicamentos que deben comprar las madres para sus hijos son ampollas de endocrinología Ovidrel que tienen un costo de 75 dólares cada una.
“Esa (la ampolla Ovidrel) viene del exterior”, interrumpe otra de las mamás durante la conversación. Asegura que para poder comprarla basta con buscar en internet. “Te salen los lugares, las personas que la tienen, pero es con previa cita”, informa.
“Te dicen ‘nos vemos en tal lugar’, en Plaza Venezuela, La Hoyada y allí hacen la entrega. Prácticamente te arriesgas, no sabes si te van a robar, si te estafan. Nosotras corremos el riesgo por nuestros niños”, agregó.
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