Foto EFE

El Sistema de Orquestas cumple 45 años. Y lo hace readaptándose para continuar la obra de José Antonio Abreu. Conviviendo con la política, metida como nunca antes en la institución, el proyecto social de mayor alcance en el país se reinventa para seguir en la formación de niños ante la deserción de profesores y alumnos.

Reducción de horarios por falta de transporte, reunificación de núcleos por escasez de personal, así como la autogestión de estos, son parte de las medidas que se han tomado para seguir para tocar y luchar

“Es que aquí suceden cosas muy bonitas, aunque el espacio no lo sea del todo”, dice su directora Tupac Amaru Rivas, de 43 años de edad, violinista del sistema de orquestas. La entrevista se realiza en su oficina donde confluyen los sonidos de la práctica coral y orquestal de los salones aledaños, como en todo el núcleo. La infraestructura, indica, es el reto principal que ha afrontado desde 2016 cuando asumió la conducción del núcleo.

“No escapamos de la crisis. A veces tenemos que lidiar, por ejemplo, con que se rompió la tubería y hay que parar las clases, o con un bote de aguas negras. Hay cosas que podemos resolver entre nosotros con ayuda de los representantes, pero no siempre”, explica. Los servicios en el núcleo, que acoge a 1.033 jóvenes desde los 4 años de edad en iniciación musical hasta los 18 años que forman parte del programa orquestal, dependen de los que posee la torre: si la luz se va, no hay luz en el núcleo.

A la 1:00 pm inician las actividades. Todos los salones se llenan y una de las prácticas corales comienza en la entrada del núcleo. Deben aprovechar cada minuto. Tienen hasta las 6:00 pm. “Siempre habíamos trabajado hasta las 8:00 pm, pero ya por el tema del transporte, que es complicado, lo bajamos dos horas. Los sábados solo en la mañana. Aunque la vida musical, en general, es en la tarde”, destaca Tupac Amaru Rivas.

No es el único núcleo que se adapta a las complejidades de la crisis venezolana. Es el Sistema completo, que tiene presencia en los 23 estados del país y el Distrito Capital.

“Hemos podido transformar, adecuar la institución, no solo a las realidades del país sino también con miras al futuro”, dice Jesús Morín, director sectorial de Formación Académica desde 2016. “Hicimos una serie de cambios en el ámbito estructural que permiten direccionar los recursos de forma óptima. Atender los núcleos, a los niños y docentes de manera más óptima en sus procesos formativos. El Sistema se está adaptando, no acostumbrándose a la situación que vivimos. Ese no es el deber ser. El deber ser es que los trabajadores tengan transporte, un salario que les alcance”, señala.

Un total de un millón 12 mil es la cantidad de niños y jóvenes beneficiarios del sistema de orquestas, de acuerdo con la data de 2019 de la Fundación Musical Simón Bolívar, órgano rector del sistema de orquestas. Este número incluye los participantes de los 12 programas de formación, siendo el Simón Bolívar el de mayor alcance, con 629.394 integrantes. “En el transcurso de este año presentaremos la nueva cifra. Si sube o baja es indeterminado. Aunque nuestra matrícula es rotativa, creemos que se ha mantenido por los reportes de los directores de núcleos”, indica Morín.

A los jóvenes se les provee de instrumentos para las prácticas. La última compra, detalla Morín, se realizó hace cinco años. “En años anteriores se hicieron adquisiciones muy importantes y eso ha permitido continuar con la dotación”.

Pero, algunos núcleos, como en el caso de San Agustín, en que los instrumentos se rotan entre los alumnos. También apuestan por el mantenimiento y la reparación a través de la Dirección de Luteria. “Se hacen operativos con la mayor frecuencia posible. El año pasado se hizo mantenimiento en Distrito Capital y Vargas. Ahora se está terminando en Miranda. Cuando culmine haremos operativos en el interior del país. También los padres y representantes ayudan, pero no hay un déficit de instrumento en los núcleos”.

Hay 47 lutieres activos profesionalmente en el país, expresá Morín. El sistema de orquestas cuenta con un Programa Académico de Lutería que, según data de 2019, cuenta con 303 integrantes. Se imparte en el núcleo de Los Chorros, en Caracas.

Programa de Lutería – Sistema de orquestas

En 2014 se planteó la idea de una fábrica de instrumentos en el país, pero no se profundizó en los detalles del proyecto. “Vamos a iniciar también el gran proyecto de la fábrica de instrumentos, de manera pues que el Sistema pueda producir sus propios instrumentos para los niños, además con técnicos venezolanos, con jóvenes venezolanos que ya dominan las técnicas de fabricar los instrumentos”, dijo entonces el maestro Abreu en una entrevista con la agencia de noticias EFE.

Sobre el estatus de aquel proyecto, Morín dice: “La idea es que exista una fábrica de instrumentos en el país, aunque no tenemos claro si es una fábrica del sistema o no. El maestro Abreu siempre impulsó estas iniciativas porque de eso se beneficia el Sistema. Pero sí hemos logrado avanzar en el proceso relativo a los lutieres en estas líneas de ensamblajes. No está en manos del Sistema crear una fábrica. Tiene que ser un trabajo conjunto entre el Estado, el Ejecutivo y el Sistema”.

Un trabajo que requiere de inversión, mucha inversión. Como la que requiere un proyecto como el sistema de orquestas para mantener infraestructura, así como garantizar salarios de personal administrativo, docente y músicos. Pero los recursos son finitos.

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