Asilo San Vicente de Paúl. (Foto Cortesía Correo del Caroní)

El aislamiento es la única protección para los ancianos del Asilo San Vicente de Paúl, en Ciudad Bolívar. A raíz de la cuarentena por la pandemia del COVID-19 las visitas fueron suspendidas. Ningún familiar o amigo puede ingresar a esta casa hogar.

Los familiares que pueden llevar alimentos, medicinas o cualquier otro insumo, deben dejarlo en la puerta del orfanato cuyos trabajadores salen a recogerlo, señala la hermana Socorro Henao, reseña el Correo del Caroní.

Esta es la principal medida de cuidado que están tomando, además de evitar el contacto entre ellos, cumplir con el distanciamiento, y la higiene.

Hermana Socorro Henao: “Sabemos la situación por la que está pasando cada quien y, sí, han bajado las donaciones que recibimos”

Una de las hermanas es la encargada de hacer las compras que se necesiten. El Asilo San Vicente de Paúl no escapa a los inconvenientes para el suministro de gasolina. Hubo un día, por ejemplo, que los empleados no tenían cómo trasladarse hasta sus hogares y tuvieron que dormir en el ancianato.

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