El presidente argentino, Mauricio Macri, y su homóloga chilena, Michelle Bachelet, dijeron este viernes en Buenos Aires que la victoria del republicano Donald Trump no tiene porqué perjudicar sus relaciones con Estados Unidos e insistieron en que continuarán fomentándolas y profundizándolas.
"Nosotros hemos dicho como país que vamos a continuar teniendo las relaciones con Estados Unidos como corresponde a dos estados", señaló Bachelet en una rueda de prensa realizada en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de la capital argentina.
Tras mantener una reunión bilateral y un almuerzo con la mayoría de los miembros del gabinete de ambos Gobiernos suramericanos, la mandataria y su par argentino comparecieron ante los medios.
"He sido presidenta con distintos presidentes de distinto signo en Estados Unidos y hemos podido continuar avanzando en fomentar las relaciones políticas, diplomáticas y económicas que han sido históricamente muy buenas", destacó Bachelet.
Con ella coincidió Macri, quien aprovechó para apostillar que en su caso, no existe una historia bilateral "tan larga" porque antes de su llegada al poder hace un año, Argentina vivió años de aislamiento y malas relaciones, no solo con Estados Unidos, sino con casi todos, salvo Venezuela o Irán.
"Igualmente teníamos un año de un cambio copernicano en las relaciones, un año realmente muy fructífero", declaró antes de hacer hincapié en que conoce a Trump desde hace 33 años y por suerte, en la afectuosa conversación telefónica que mantuvo con él tras ser elegido presidente de Estados Unidos, se ratificó la vocación de seguir trabajando en conjunto y profundizarla.
"Confío que las relaciones entre los países van más allá de sus Gobiernos", aseveró el jefe de Estado argentino.