El presidente Nicolás Maduro denunció este lunes un supuesto plan para atentar contra los servicios de agua, electricidad y distribución de gasolina en el país, con el cual vinculó a líderes opositores, sin identificarlos, y a Estados Unidos.
Maduro dijo que las autoridades capturaron a un grupo con las manos en la masa, pero no precisó cuántas personas habrían sido arrestadas.
«Hay dirigentes del más alto nivel de la oposición venezolana involucrados en un plan para atentar contra servicios eléctricos, servicios de prestación de gasolinería, servicios de agua», aseguró el mandatario socialista en un acto transmitido por la televisora estatal VTV.
El racionamiento de agua y las fallas eléctricas son habituales en el país petrolero, que atraviesa una fuerte crisis económica, agravada desde 2014 por el desplome de los precios del crudo.
La gasolina, igualmente, escasea en regiones como la isla de Margarita (norte), lo que el ministro de Petróleo, Eulogio del Pino, relacionó con las sanciones financieras impuestas por el gobierno estadounidense a Venezuela.
El presidente estadounidense, Donald Trump, prohibió el pasado 25 de agosto transar nueva deuda emitida por el gobierno venezolano y la petrolera estatal Pdvsa, como medida de presión -sostuvo- para restaurar la democracia, lo que según el ministro ha provocado retrasos en los pagos para la importación.
Al denunciar el presunto plan, Maduro aseveró que forma parte de una campaña terrorista» para causar desasosiego y descontento en la población.
El jefe de Estado enfrentó una ola de protestas entre abril y julio que dejó unos 125 muertos, en hechos de violencia por los cuales se responsabilizan mutuamente gobierno y oposición.
«Esta derecha es violenta y es fascista y detrás de ellos, ¿quién está?, el imperialismo norteamericano, la embajada gringa», expresó Maduro.
