Tal vez el profesor Ricardo Maldonado no tenía idea de la cantidad de personas que sentían afecto por él. Este domingo a pesar de ser el día de Navidad, numerosos miembros de la comunidad universitaria, así como dirigentes políticos, se dieron cita en el rectorado para asistir a las honras fúnebres del exrector de la Universidad de Carabobo, fallecido el pasado jueves.
El salón del Consejo Universitario se hizo pequeño para la cantidad de personas que asistió a las honras fúnebres
Una corneta a fondo de un autobús de la UC, anunció la llegada del féretro al rectorado. Los cuatro hijos del docente, acompañados por varios amigos, lo llevaron hasta el salón de reuniones del Consejo Universitario. La profesora Maria Luisa Aguilar de Maldonado mostraba en su rostro expresión de haber llorado mucho, sin embargo se acercó al ataúd y besó a su esposo desde el vidrio.
Al acto asistieron exrectores, exautoridades universitarias, dirigentes estudiantiles, profesores, personal adiministrativo y obrero. El vicerrector administrativo, José Angel Ferreira acudió acompañado por el vicerrector académico Ulises Rojas. Estuvieron presentes incluso dirigentes que lo adversaban políticamente.
El salón del Consejo Universitario se hizo pequeño para la cantidad de personas que intentaban darle el último adiós a uno de los docentes más queridos de nuestra Alma Mater.
La profesora Silvia Sánchez leyó una semblanza de Ricardo Julio Maldonado, donde señaló entre otras cosas, que era nativo del estado Trujillo. Graduado Magna Cum Laude de la UC y Summa Cum Laude de la Universidad de Texas. A pesar de haber sido rector en dos oportunidades y estar jubilado, seguía dando clases ad honorem en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales en pre y posgrado, señaló.
Gilda Hernández de Landaeta habló por el personal administrativo. Expresó que el fallecido docente siempre buscó la perfección de los ucistas. Era un hombre sencillo que supo valorar el trabajo del personal administrativo, por lo que siempre será recordado como una de las mejores autoridades que ha tenido la UC.
José Luis Angulo, quiera fuera su chofer durante su época de rector, intervino en nombre del personal obrero, pero el llanto impedía por momentos que completara sus ideas. Estaba sumamente afectado pues consideraba que más que un exjefe, se la había ido un verdadero amigo, según señaló.
A la abogada Pierina García Jurado también le concedieron la palabra. Manifestó que no fue alumna del profesor pero lo conoció bastante, por caminar juntos varios kilómetros mientras participaban en marchas opositoras y por entregar volantes en la esquina de la Espiga de Oro en La Isabelica. Por eso supe que este docente llevaba la academia en sus venas, pues entendía la importancia de mover la fibra humana de sus alumnos, eso marcó la diferencia.
García expresó que Maldonado fue ciertamente un rector magnífico.
José Angel Ferreira intervino por las autoridades. Al comenzar su intervención, presentó excusas por la ausencia de la rectora Jessy Divo y del secretario Pablo Aure, por estar cumpliendo otros compromisos fuera de Valencia.
“Saludo las ausencias y también saludo la presencia, en el sentido que todos tenemos el mismo derrotero. Saludo la memoria de este gran maestro que fue Ricardo Maldonado”.
Ferreira subrayó que los ucistas están de duelo, por una ilógica e injusta muerte del ex rector. Duele mucho su partida por el pasado, así como por el presente, pero más dolerá por el futuro ya que el país necesita hombres como Maldonado, afirmó.
A solicitud de Ferreira, los asistentes le dieron un minuto de aplauso al exrector por considerar que ha fallecido un hombre imprescindible. Luego los asistentes entonaron el himno de la UC.
A la profesora María Luisa de Maldonado le entregaron la bandera de la UC que cubría el ataúd donde descansa en paz Ricardo Maldonado .
A las 9 y 45 de la mañana finalizó el acto en el rectorado, y el cortejo fúnebre partió hacia el cementerio parque Jardines del Recuerdo, donde Ricardo Maldonado recibiría cristiana sepultura.