Miles de ciudadanos españoles, con el rey Felipe VI a la cabeza, guardaron hoy un minuto de silencio en señal de dolor y protesta por los atentados de Cataluña de las últimas horas que causaron trece muertos y un centenar de heridos.
Ayer, una furgoneta arrolló a los peatones que paseaban por La Rambla de Barcelona, una céntrica y concurrida calle de la ciudad, y provocó trece muertos y un centenar de heridos, muchos de ellos de gravedad.
De madrugada, los Mossos d'Esquadra (la policía autónoma de Cataluña) abatieron a cinco terroristas que protagonizaron otro atropello masivo en el Paseo Marítimo de Cambrils, una ciudad costera de Tarragona, al sur de Barcelona, que dejó en este caso seis heridos.
A la concentración de Barcelona, epicentro de los ataques, asistieron el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que junto a otros líderes políticos acompañaron a las autoridades catalanas y a miles de ciudadanos.
El acto terminó con un largo aplauso y con el grito en catalán de "No tinc por" (no tengo miedo), que se extendió por toda la plaza de Cataluña, ocupada por miles de ciudadanos.
En Madrid, a las puertas del Congreso de los Diputados se dieron cita la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, y los portavoces de los grupos parlamentarios para condenar los ataques terroristas.
También en ayuntamientos de toda España y en centros de trabajo se guardó ese minuto de silencio para mostrar el rechazo a los atentados terroristas y el recuerdo a las víctimas.