La vida de Johan Alexis Ortiz Hernández, de 19 años y cadete de la Guardia Nacional Bolivariana, que terminó en febrero de 1998, sigue trayendo consecuencias. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró como responsable de la muerte, al Estado venezolano.
La CIDH también determinó que se violaron los derechos de los padres del joven, al privarlos de justicia cuando trataron de tramitar el proceso ante la jurisdicción militar y no se estableció la culpabilidad de quienes tenían el resguardo de la vida del cadete. El caso permaneció impune en los tribunales castrenses durante casi 20 años.
El 22 de agosto se emitió la sentencia y fue notificada el pasado viernes. Hace ocho meses se efectuó la audiencia pública y la representación del Estado venezolano ante esa instancia donde se reconoció la culpabilidad en lo ocurrido.
Ortiz Hernández falleció en la Escuela de Formación de Guardias Nacionales en Cordero, estado Apure, cuando realizaba un ejercicio o práctica militar con compañeros, bajo la supervisión de un oficial. Allí había resultado gravemente herido por arma de fuego. Al no obtener en la Esguarnac explicaciones sobre de la muerte de su hijo, el padre inició una cruzada en Caracas para dar a conocer el caso.
La CIDH considera que tribunales civiles, y no militares, debieron conocer del caso. Hasta la fecha no se han esclarecido los hechos ni se han sancionado responsables específicos, señaló un comunicado.
