Un gobernante que tiene en contra la comunidad internacional, que tenga una oposición que lo combate en defensa de la democracia, que tenga los niveles de descrédito y de rechazo que superan el 80% de la población y a todo eso unidas las feroces divisiones internas que confronta tanto el gobierno como el partido que lo sustenta, no tiene fácil el ejercicio ni la permanencia en el poder.
De nada vale tratar de congraciarse a como dé lugar con países que han expresado su repudio públicamente al actual gobierno catalogándolo de antidemocrático sobre lo cual el mundo ha coincidido, le han pedido rectificación al gobierno de Nicolás, la restitución del sistema democrático a través de elecciones no controladas por el gobierno , esto sin tomar en cuenta que también lo acusan de violar derechos humanos y de hechos reñidos contra la moral y las leyes que los ha llevado a solicitar la intervención de la Corte Penal Internacional.
Causa curiosidad que Nicolás no ha vuelto a salir en gira político administrativa dentro del país, intentó ir a Perú a la fuerza y se rajó, no en vano el TSJ legítimo, ahora en el exilio, produjo una sentencia donde lo declara responsable de hechos de corrupción y pide a los organismos internacionales como medida preventiva su detención, lo cual obviamente, depende la política de cada país donde se pueda producir dicho evento.
Otro hecho curioso es que el gobierno ha permanecido callado frente a las sanciones y persecuciones internacionales , quizás para no jugar por adelantado antes del 20 de mayo y los organismos internacionales también parece que esperan esa misma fecha para tomar nuevas medidas, pues obviamente Nicolás no va a entregar el poder, independientemente de todos los problemas que tenga, no le queda otra que esperar las reacciones internacionales del mundo democrático y a la oposición nacional el empujar para que se retome la democracia en el país.
Nicolás, no la tiene fácil, porque distraído en sus problemas internos tanto del gobierno como en las feroces batallas de poder que se libran dentro del PSUV y acostumbrado a jugar al fraccionamiento de la oposición, no creyó posible la fusión de los partidos políticos y la sociedad civil en el denominado Frente Amplio Nacional como una fuerza competitiva, opositora, articulada con suficiente credibilidad ante los ciudadanos venezolanos como forma de lucha para la restitución de la democracia.
¡Por una Venezuela libre y de los venezolanos…manos a la obra!
@ltizaguirre