Después del 20 M le queda claro al Gobierno y al mundo democrático que más del 80% de los venezolanos está en contra del sistema político que lo gobierna, y el gobierno tiene que aceptar ese rechazo que equivale a un rotundo fracaso gubernamental.
El régimen con sus caras alargadas y de angustia refleja preocupaciones socio políticas por el masivo rechazo que han sido objeto, a pesar de las oprobiosas prebendas y dádivas que ha otorgado a muchos venezolanos necesitados que se las recibieron, pero que consiguieron la forma de manifestar su descontento hacia ellos.
El mundo democrático está atento a lo que ocurre en Venezuela, sobre lo cual ha manifestado su rotundo rechazo y al gobierno le preocupa lo ocurrido en Nicaragua porque se puede constituir en un espejo frente al cual pueden mirarse los venezolanos que decidieron colocarse de frente a la forma social que es conducido.
Es casi un hecho que los venezolanos a partir del 20M cerraran filas unidos como nunca en defensa de los derechos básicos como el derecho a la vida, a la libertad, a la justicia social, a la libre opinión, a la defensa de los derechos humanos, a la organización y estructuración de una economía mixta, al derecho a la propiedad privada, en fin, al rescate de los valores morales y sociales que merecemos y que han sido despojados por parte de este régimen.
Esta unión no será una lucha entre clases sociales como el gobierno nos ha hecho sentir, será la fuerza de la unión de todos los venezolanos la que nos aglutinará para rescatar el país que nos arrebató una cúpula totalitaria todopoderosa capaz de llevar a la miseria a sus ciudadanos y quebrar a uno de los países más rico del mundo para beneficios grupales.
Ni el gobierno ni sus asesores pensaron jamás que el jueguito de dividir a la oposición provocaría la cohesión de un pueblo oprimido que luchará por rescatar a su país y sus derechos.
¡Por una Venezuela libre y de los venezolanos…manos a la obra!
@ltizaguirre
