La Unidad no puede ser un slogan, ni un principio de interpretación crematística. La Unidad debe ser un principio político y moral cuyo primer objetivo en los actuales momentos es Venezuela. La fractura o el rompimiento de la Unidad en la actual situación país, pudo haber traído graves consecuencias para los venezolanos, pero hasta los momentos, salvo contadas excepciones como Falcón, Bertucci y algún otro candidato presidencial, que dicho sea de paso nunca han sido parte del movimiento Unidad, ha existido un sentimiento unitario en pro de Venezuela y de los venezolanos el cual se ha vio reflejado en las últimas reuniones positivas efectuadas entre las organizaciones políticas, la CEV, AVERU, Fedecámaras y otras instituciones junto a personalidades como el SJ. Padre Ugalde y el rector de la UCAB SJ. Fco. José Virtuoso entre otras personalidades de la sociedad civil organizada, que acordaron en defensa de la democracia venezolana no presentar candidatura y no participar en las bochornosas elecciones del 22 de abril del presente.
Ese reflejo unitario, por lo demás principista, trajo y traerá nuevamente un sentimiento de lucha en contra del régimen totalitario de Nicolás cuya vulnerabilidad es evidente, por la carencia de solvencia jurídica y política tanto nacional como internacionalmente, que se ha visto reflejada por el apoyo unánime del mundo democrático internacional el cual ha visto con agrado y ha aceptado la posición principista por parte de la Oposición venezolana a los cuales ellos han apoyado.
El Oficialismo ante el evidente y manifiesto rechazo de los ciudadanos a la participación electoral en las condiciones actuales y observando que la Unidad ha comprendido el deseo de los ciudadanos, pretende quebrar la Unidad de la Oposición intentado que los partidos ¨pisen el palito¨ y acudan a un llamado a elecciones en el mes de mayo, mostrándole el caramelo de elecciones conjuntas Presidenciales, Diputados Regionales y Concejales Municipales, pero sin aceptar ninguno de los pedimentos que realizó la Oposición en RD. En esa desesperación, el oficialismo a sabiendas que la presión de la Oposición es fuerte y con asidero moral y jurídico, busca con medidas populistas doblegar la voluntad popular.
Evidentemente los venezolanos aspiramos que nuestro sentimiento moral y político que supieron interpretar los partidos políticos y la Sociedad civil se mantenga incólume y contra viento y marea ante cualquier pretensión perversa y engañosa del Oficialismo.
¡Por una Venezuela libre y de los venezolanos…manos a la obra!
tomasin48@hotmail.com
@ltizaguirre