La candidatura de José Angel Ferreira no fue admitida por una objeción administrativa que data de 23 años atrás, según confesó el docente al hacer referencia a la decisión que sobre sus aspiraciones a rector, tomó la Comisión Electoral de la Universidad de Carabobo.
Luego de agradecer el respaldo recibido a sus aspiraciones por parte de los universitarios, Ferreira precisó que su candidatura a rector no fue admitida por una objeción administrativa, que proviene del año 2000, con una sanción aplicada al Consejo Universitario por parte de la Contraloría General de la República, del cual formaba parte. Y posteriormente en el año 2003, como decano presidente del Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Explicó que el primer caso, correspondió a un simple voto en el Consejo Universitario. En el segundo, fue por una actuación de interpretación con respecto a una jubilación.
Precisó que en 2010 fue notificado de la sanción, y en el 2023 aún lo persigue esta situación, obviamente injusta, que debió legalmente prescribir, (23 años del inicio y 13 de la notificacion) que no generó daño patrimonial alguno y que en este momento hace que deba posponer uno de los sueños más importantes de su vida.
“Comprendo la decisión de la comisión electoral que actúa con información limitada, (tengo un expediente de 23 años y más de 400 páginas), pues no existe un documento que ratifique la sanción, o en el mejor de los casos, un pronunciamiento claro por parte de la Contraloría General de la República que motive mi inadmisibilidad como candidato”.
De acuerdo a lo explicado, la sanción consistió en una inhabilitación por cinco años, que ya transcurrieron. El artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloria General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, establece que las inhhabilitaciones para el ejercicio de funciones públicas, tienen un máximo de aplicabilidad, de 15 años.
El vicerrector administrativo aseguró que continuará su reclamo ante la CGR, y reitera su posición de que está habilitado, pero comprende las dudas que esta particular situación genera y el temor a que la institución universitaria, a la que ha dedicado 39 años de mi vida, pueda ser perjudicada en una hipotética y bastante probable victoria de sus aspiraciones rectorales.
Adelantó que no se opondrá a la decisión de la CEU, en apoyo al proceso de renovación de las autoridades universitarias y de los decanos de las distintas facultades y, por ende, coadyuvar para que el proceso llegue a su fin, en un ejercicio pleno de autonomía y soberanía que tanto hace falta.
“Rescato como muy positivo en este proceso, la fundación de mi propio movimiento, “Consenso UC”, desde donde seguiré trabajando por el alma máter, e inclusive, solventada mi situación, seguir aspirando dentro de esta iniciativa para lograr victorias actuales y futuras que den valor agregado a nuestra querida universidad”.
Ferreira hizo un llamado a un debate electoral de altura, donde se respete la normativa electoral correspondiente; donde lo institucional prevalezca, cuidando las formas y respetando el derecho de cada elector.
“Que se produzca el lenguaje de altura que la institución merece, y luego de este proceso, poner en marcha nuestro ecosistema académico, propuesta que enarbolamos desde el movimiento Consenso UC para su ejecución a partir del 2024, aspirando que genere porvenir como promesa, contando con la voluntad del Creador y la protección de la Virgen”.
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