Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Gabriel Ortiz no se confió. Le costó creer que en 24 horas se solucionarían los problemas que desencadenaron la escasez de gasolina que se padece en la región central del país desde hace 13 días, como fue prometido desde Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Así que prefirió salir de casa la mañana de este jueves antes del amanecer y ya tenía más de 15 carros por delante en la estación de servicio. Esperó por tres horas que llegaran los trabajadores del lugar y las noticias no eran buenas: “El tanque está seco”. Volteó y vio que la cola ya se perdía de vista.
Tenía dos opciones: Aguardar por la llegada de una gandola con combustible o irse a probar suerte en otra gasolinera. Prefirió esperar. A las 9:00 a.m. una unidad surtidora fue recibida con aplausos. Gabriel logró su objetivo, pero la estatal no cumplió con su promesa.
Las colas persisten en Carabobo. No solo en las estaciones con inventario. En las 13 que, según reporte de la Asociación de Expendedores de gasolina (Acegas), amanecieron cerradas, también hay conductores en espera en filas que superan el kilómetro.
BAJO OCTANAJE
El miércoles 22 de marzo Pdvsa emitió un comunicado que dejó más dudas que respuestas. El Gobierno atribuyó la escasez de gasolina a problemas climáticos que impidieron, por marea alta, que un buque tanquero atracara en el Centro Refinador El Palito desde Paraguaná. Pero desde lo interno de la industria la historia es otra.
Iván Freites, secretario general del Sindicato de profesionales y técnicos de trabajadores de la industria petrolera, explicó que se trata de un problema con raíces de vieja data, como consecuencia de la desinversión, desprofesionalización y falta de mantenimiento de las plantas. Esto ha ocasionado que solo Amuay esté operativa con 40 mil barriles diarios (b/d) de los 260 mil que se consumen al día en el país. El Palito, Cardón y Puerto La Cruz están paralizadas.
Pero esos 40 mil b/d no corresponde a gasolina lista para ser vendida. Es de 55 a 60 octanos que debe ser mezclada con componentes que antes se producían en las plantas de alquilación y en los reformadores de Pdvsa que también están detenidos. Por eso es que se debe recurrir a la importación desde países como España, Estados Unidos, Brasil y Curazao, en un sistema prepagado que la estatal se tarda en cumplir por su déficit financiero.
Esto ha provocado que los buques con la materia prima permanezcan por tiempo indefinido en aguas del Mar Caribe, y por cada día de atraso el Gobierno debe cancelar 24 mil dólares adicionales, alertó Freites.
SIN INVENTARIO
Lo normal era manejar un inventario de 15 días de gasolina para el consumo nacional para poder actuar ante cualquier inconveniente. Actualmente solo se cuenta con un almacenamiento para dos días. “Por eso es la escasez”
No se trata solo de gasolina. Freites denunció que las fallas también se presentan con gasoil, del que depende el transporte público y el de carga pesada, además de las plantas eléctricas, que están en riesgo de paralizarse.
A eso se suma que en las plantas catalíticas de Pdvsa no se está manufacturando olefina, que es un componente indispensable para la producción de gas doméstico. Todo indica que el problema va más allá de condiciones climáticas adversas.