A los primos José y Darwin Morales los asesinaron la madrugada del pasado lunes cuando salían de una fiesta en Bella Vista I a unas cuadras de su vivienda. Darwin era obrero y José funcionario de la brigada de motorizados de la Policía de Naguanagua. En la vivienda de ambos fueron despedidos por familiares y los integrantes del cuerpo policial.
Llevaba cuatro años en el desempeño de sus funciones, pero unos desconocidos les dispararon desde un Aveo plateado. Los cuerpos de los primos fueron entregados a las 11:00 p.m. del lunes y desde esa hora inició el sepelio en la vivienda de los dos jóvenes. La sala de la vivienda estaba rodeada por sillas y dolientes.
El suelo estaba cubierto por coronas de flores y dos funcionarios hacían la guardia de honor con rostros serios. Detrás de ellos se alzaban dos urnas abiertas en la que una mujer lloraba desconsolada con un niño de unos cinco años
La última vez que la hermana de José Morales lo vio fue el Domingo. Lorennys Morales no lo olvida. El llanto impregnaba la morada. Habían cerca de 50 funcionarios, sus motos estaban aparcadas en una fila y daban sus condolencias a los allegados.
En el medio de la calle estaba el sub director del cuerpo policial, Rafael López, quien definió al uniformado como una persona correcta, servicial, que no daba problemas y que estaba comprometido con su labor institucional.