La Policía turca ha empleado agua a presión y gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de manifestantes, entre ellos diputados opositores, que protestaban frente al Parlamento contra la instauración de un sistema presidencialista, cuyo trámite parlamentario comenzó el lunes.
Miembros de unas 40 agrupaciones de la sociedad civil, entre ellas asociaciones de abogados, jueces y varias ONG, se habían congregado en los alrededores del Parlamento en Ankara portando pancartas con mensajes como «No al presidente» y «No a una ley dictatorial», informa el periódico BirGün.
Las fuerzas de seguridad han desplegado un gran dispositivo policial y han prohibido el acceso de vehículos y personas en los alrededores del Parlamento para evitar protestas.
Un reportero del periódico Cumhuriyet relata que los agentes han dispersado con agua, gas e incluso perros policiales a unas 100 personas cerca del edificio.
El diputado del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) Aykut Erdogdu, presente en la protesta, dijo que «la Gran Asamblea de Turquía está sitiada por su propia Policía».
Otro diputado del mismo partido, Sezgin Tanrikulu, retransmitió la manifestación y la intervención policial a través de la plataforma Periscope.
«Nadie ha traído una pistola aquí, nadie tiene una bomba. No se puede debatir la reforma constitucional en este ambiente», denunció.
El Parlamento turco empieza a debatir hoy la reforma de la Carta Magna para convertir a Turquía en una república presidencialista, en la que el jefe del Estado asumiría también poderes ejecutivos,
Parte de la oposición denuncia que servirá para dar más poder aún al actual jefe del Estado, el islamista Recep Tayyip Erdogan.
