Los analistas Nicmer Evans, John Magdaleno y Luis Salamanca, aseguran que la participación le pasó una alta factura tanto al Gobierno nacional como a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) al no observarse los resultados concretos de los acuerdos.
Luis Salamanca coincide con Evans: “El diálogo es una cosa muy seria, pero cuando se toma en serio y los venezolanos esperaban una jornada sincera, pero no se planteó con un sentido honesto”.
De acuerdo con John Magdaleno, explicó que participar en esas negociaciones representó un costo político para ambas partes: al gobierno le restó aún más credibilidad porque no cumplió con los compromisos y eso quedó en evidencia ante la comunidad internacional, mientras que la desmovilización ciudadana fue el principal costo político que pagó a la MUD porque la mesa de diálogo se instaló en un momento no propicio.
Escenario 2017
Los tres analistas, el foco debe ser la salida electoral. Advierten que la estrategia debe apuntar a que la oposición presione para lograr en el primer trimestre del año un cronograma electoral que obligue al gobierno a medirse.