“El caracol africano (Achatina fulica) no tiene enemigos naturales, aunque las garzas negras y gavilanes han aprendido a comérselos. La serpiente caracolera (Sibon nebulatus) es biocontroladora de esta especie invasora, parecida a la guácara o caracol criollo. Su reproducción es rápida, pudiendo poner cada ejemplar entre 900 y unos 1200 huevos por año. Llegó a nuestro país en el año 1997 y es un depredador implacable.
Si está en zonas de sembradíos, es altamente riesgoso para la estabilidad de la siembra. Si está contaminado, puede transmitir muchas enfermedades, entre ellas, meningitis, por lo que el contacto directo con la piel es peligroso.
Esta especie invasora también tiene características carroñeras, porque se alimentan de cadáveres de animales como pequeños roedores. Esta particularidad tiene como consecuencia que el caracol pueda transmitir bacterias y parásitos dañinos para la salud humana. Es el único animal carroñero con mayor facilidad o posibilidad de ser manipulado en los hogares, ya sea por niños, personas mayores y mascotas.
Debido a que no es común o sencillo que algunos organismo se encargue de colectarlos, te doy recomendaciones puntuales como una opción para la rápida reducción de ejemplares en tu zona.
La colección del caracol se debe realizar con el uso de materiales de bioseguridad, como guantes y mascarillas.
Método de disminución de población del caracol africano
- Captura directa con las medidas de bioseguridad siempre presentes. No sé debe manipular caracoles africanos sin guantes.
- Almacenarlos en recipientes, al menos cinco horas con una cantidad importante de sal.
- Enterrarlos lejos de fuentes de agua (para evitar su reproducción y contaminación).
- Se sugiere utilizar cal viva para su disposición final.
Ante cualquier síntoma debe consultar con médicos.
La colección y disposición puede hacerla frecuente, por algunas semanas. Así tendrá la zona controlada y más segura.