Marcano, acompañado por militares y autoridades de Venezuela y Brasil, aseguró que el país caribeño tiene una hermandad con Brasil de muchísimos años. «Nos une un corredor social, la Troncal 10 (autopista), donde se desarrollan importantes actividades industriales, culturales, turísticas, es todo un corredor social que ha unido a nuestros pueblos», expresó.
El norte de Brasil representa un poderoso complejo agroindustrial que en alianza con Venezuela ha venido desarrollando una agenda conjunta para trabajar los temas productivos con relación al maíz, la soya, pollo, vehículos y todas las cadenas productivas que se desarrollan en la zona, dijo el gobernador. «Con esta reapertura se normalizan las relaciones económicas y sociales».
Tras la llegada de la COVID-19 a países suramericanos, algunos gobiernos de la región tomaron la medida de cerrar las fronteras para evitar el aumento de contagios.
En presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció por primera vez, el 18 de marzo de 2020, su decisión de cerrar parcialmente la frontera con Venezuela como una medida de seguridad ante la «incapacidad del régimen dictatorial» de Nicolás Maduro de contener la propagación del coronavirus.
No obstante, el cierre de los accesos de los países andinos no impidió que miles de venezolanos, migrantes, estudiantes, trabajadores y comerciantes hicieran uso de las «trochas» (pasos irregulares) para pasar a los territorios vecinos.