La Semana Mayor es “época de oración, conversión y volverse a la Misericordia de DIOS Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo”. Empieza con el Miércoles de Ceniza y concluye con el Domingo de Resurrección, días en que la Iglesia Católica (presidida por el Papa Francisco y sus múltiples cardenales y sacerdotes), desean fervientemente acercar a todos los seres humanos a la “Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo”, con la intención de que vuelvan a fijarse y querer vivir de los sacramentos de la iglesia, con ello, abandonar los ideales de todo pecado que condenan el alma al infierno
Esto se puede impedir si se repasan constantemente los 10 Mandamientos, la ley perfecta, que ayuda a conseguir la salvación eterna, por ello debe quedar atrás ese pasado pecador (tras una buena confesión, con un padre) y así, entrar por la puerta de la Misericordia de Jesús, quien quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan y se salven, sabiendo que no debe volver a pecar.
Semana Santa es época de recogimiento espiritual
La Semana Mayor es tradicionalmente asociada al Triduo Pascual, tiempo en que el hijo de Dios, Jesús de Nazareth, instituye la eucaristía y el sacerdocio, además, aceptó la pasión y fallecimiento en la Cruz, para luego resucitar de entre los muertos , al tercer dia. El nos invita a todos a comenzar a preparar el camino de Fe, esperándose su segunda venida (tan solo el Dios Padre, sabe cuando ocurrirá).
Foto: Gustavo Velutini L.Los días previos a la Semana Santa se conoce como tiempo de Cuaresma, lo que inicia con el Miércoles de Ceniza (este año, fue el 14 de febrero) y se prolonga hasta el Viernes del Concilio (previo al Domingo de Ramos), este año correspondió al día 22 de marzo.
Cuarenta días marcan la cuaresma, días para la reflexión y conversión sincera, retomando el sacramento de la confesión con un sacerdote y regresando a misa cada domingo, siendo además una «buena persona» y «responsable» en sus quehaceres diarios y estando al lado del más necesitado.
Pecado y comunión
El Papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones lo siguiente: _”Si estás en pecado grave no debes recibir la Comunión. En fin todo aquel, que ha cometido un pecado que vaya en contra de uno de los diez mandamientos, no debe acercarse a la Sagrada Comunión, sin antes de haber obtenido la absolución por parte de un sacerdote, gracias al sacramento de la Reconciliación o Confesión”_.
En otro tanto, dijo: _”La Cuaresma y la mismísima Semana Mayor es una ocasión para acercarse al sacramento del perdón, confesarse con un sacerdote católico. Así será absuelto de sus pecados y posteriormente cumplirá la penitencia impuesta, con el propósito de encontrar a Cristo en la Santa Comunión.
Hablar del sacramento de la Confesión es reiterar que por medio de ello, las personas pueden confesar los pecados cometidos ante un prelado católico. El, por la “gracias dada desde el cielo” y por intercesión de la “Misericordia de Dios”, puede perdonar las faltas cometidas.
Igualmente los sacerdotes invitan a las personas a vivir realmente el arrepentimiento y a cumplir una penitencia. De ese modo, las personas quedan nuevamente “estado de pureza”, para poder recibir la Eucaristía»_.
Los primeros días de la Semana Santa
La Semana Santa se inicia con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, lo que marca el Domingo de Ramos. Ese día la iglesia católica bendice las palmas, que luego serán distribuidas a los feligreses.
El día Lunes esta dedicado al paso de “Jesús en la Columna”. Y el Martes la iglesia se centra y venera la “Humildad y Paciencia” de nuestro Señor Jesucristo.
Cada Miércoles Santo se conmemora a “Jesús Nazareno”, día en que muchos penitentes visten de morado, además, muchos deciden cargar una cruz a cuesta por una promesa de acción de gracias o simplemente desean pedir la paz de la humanidad, el cese del comunismo opresor que obstina a los pueblos y el desagraviar a DIOS de los pecados de la Humanidad, personales, de familiares y amigos, entre otros. En fin, un día de gran recogimiento espiritual, definitivamente. Además el devoto siempre encontrará a un Nazareno en cada iglesia.
Triduo Pascual
Definitivamente los días más significativos de la Semana Santa corresponden al jueves, viernes y sábado en la noche.
El día Jueves (28/3), la iglesia recuerda como Jesús el hijo de Dios, hecho hombre, instituye el Sacerdocio y la Santa Eucaristía, quedándose presente en la “Hostia Viva”, que resulta ser su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Estas celebraciones eucarísticas se realizan al final de cada tarde del jueves, conmemorándose la “Última Cena”.
Al término del oficio religioso, se llevan las hostias consagradas al “Monumento”, con lo cual la Iglesia Católica nos recuerda las horas adversas que vivió Jesús, desde el mismo momento que fue apresado, hasta que fue sentenciado a muerte de cruz. En esas horas aciagas, Cristo fue azotado y se le impuso la corona de espinas, hasta que tomo su cruz.
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Cadenas de oración
Estando el Santísimo Sacramento reservado en el Monumento, se inician cadenas de oraciones en todas las iglesias, rezando por la conversión de la humanidad, por la Iglesia y sus prelados, por el Papa Francisco. También se pide por la santa educación de la juventud, por las religiosas y laicos comprometidos con la iglesia, por las necesidades personales y salud de cada feligrés. Se incluyen peticiones por las benditas animas del purgatorio, por los que han de fallecer a lo largo del 2024 y tengan la gracia de vivir plenamente la Misericordia.
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Por quienes enfrentan enfermedades de todo tipo y serán operados a lo largo del año, por las personas que están en los peligrosos pasos de fronteras. Se dedican oraciones a la conversión de los jóvenes que se prostituyen, por el regreso de las personas al sacramento de la confesión. También por la paz de Venezuela y del mundo entero, por la conversión de quienes transitan la diversidad sexual, entre muchos otros.
Las actividades religiosas del Viernes Santo, o también Viernes de Pasión y Muerte (12/3) incluyen la predicación referente a las «7 palabras». Las dijo Cristo, desde la Cruz, antes de su muerte. Además, se va haciendo costumbre que se dedique tiempo al inicio de la Novena de Jesús de la Misericordia (dada a conocer por Sor María Faustina).
De inmediato todo se centra en el misterio de la Pasión y Muerte del Señor. Es por ello que se lee la Pasión. De inmediato se pasa a la Adoración de La Cruz, con lo cual se recuerda el sacrificio doloroso de Jesús, al inmolarse en la cruz. “El cordero de Dios nos libra de la esclavitud del demonio y borra todos los pecados del mundo, si el ser humano procura arrepentirse y confesarse para tener un gran y verdadero propósito de enmienda”.
En este día no hay misa, sino los oficios antes señalados. Seguidamente, donde hay costumbre, se sale en procesión con el Santo Sepulcro y la imagen de Nuestra Señora de Los Dolores, rezándose el rosario como el Santo Vía Crucis.
Al término de todos los actos del día, las iglesias se cierran en señal de duelo, recordando que Jesús fue sepultado.
Sábado «Solemne Vigilia Pascual» al «Domingo de Gloria»
El sábado en la noche (30/3), los templos abren sus puertas con el propósito de pasar de la «oscuridad de la muerte» a la «luz de la resurrección», que trae la vida eterna. Se conmemora la triunfante Resurrección de Jesús (al tercer día, resucito de entre los muertos, siendo luz de luz, para la salvación de todos… sin distinciones).
Los actos del sábado de gloria se conocen como la “Vigilia Pascual”, dividiéndose en dos partes. Primeramente está la celebración de la Luz y el Agua Bautismal, lo que representa la luz y divinidad de Cristo resucitado (o sea la bendición del fuego y del agua). Igualmente se da lectura a un pregón.
En segundo lugar, se van leyendo varias lecturas y salmos, hasta que se entona “jubilosamente” el GLORIA, en señal de que el Hijo de Dios, ha RESUCITADO.
Tras el canto del Gloria, se da paso a la celebración eucarística, y con ello, el abrazo de la Aleluya, por que el SEÑOR ha Resucitado.
Así se llega al Domingo de Resurrección o de Gloria, en donde todas las iglesias resuenan con gran júbilo sus campanas y el canto del GLORIA, en todas las misas dominicales, y con ello, la culminación de la Semana Santa del 2024.
La Misericordia se celebra la semana siguiente a la Resurrección
La Misericordia de Dios es tan bondadosa, que a través de Sor María Faustina, Él ( o sea Cristo) nos dice: -“Antes de que Yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia”-.
Estas palabras son del propio Jesús, quien se le apareció a la religiosa Sor María Faustina, el 22 de febrero de 1931, en Polonia, para decirle esto y muchas cosas más.
Por petición del propio Jesús, ella lo pintó como lo vio y pidió que la fiesta de su MIisericordia se celebrara el domingo siguiente al Domingo de Resurrección.
La “fiesta de la Misericordia” va acompañada de una novena de salvación, que fue dada a conocer por Sor María Faustina y avalada por San Juan Pablo II, la cual se inicia el viernes santo y culmina el sábado siguiente (este año va del 29 de marzo al 6 de abril).
La gran fiesta se celebra en el primer domingo de pascua (el que sigue al Domingo de Resurrección, o sea el 7/4).
Novena de la Misericordia
El rezo de la novena de la «Misericordia» (este año comienza el 29/3, justo el Viernes de Pasión), otorga muchísimas bendiciones al alma que la realice con Fe.
A lo largo de los nueve días, la persona expone sus intenciones particulares y reza por las están presentes en la novena, cuyas intenciones son:
_Porque DIOS muestre su Misericordia a toda la humanidad.
_Pidiendo por el clero de toda clase, ya que por ellos se derrama la Misericordia de Dios sobre toda la humanidad.
_Rogándose por todos los «Fieles Cristianos».
_Pidiéndose por todos los «Paganos e infieles » que aun viven en la ignorancia de la Divina Misericordia.
_Se ruega por la conversión de los «Herejes y Cismáticos», que desgarran el Cuerpo Místico de Cristo.
_Encomendando en el sexto día, a los «niños pequeños» y por aquellas almas que se han hecho iguales a ellos en su pureza y simplicidad.
_Encomendando a todos los adoradores de la Divina Misericordia y por los que la pregonan…
_Se pide por las Almas del Purgatorio, para que el torrente de la Misericordia abrevie sus sufrimientos, para acceder a la gloria eterna.
y en el día 9
_Se reza por las almas tibias e indiferentes.
La Iglesia Católica celebra con esta novena y la gran misa de la Misericordia, sabiendo que son gracias y bendiciones de salvación, a quien recurre a su eterna sabiduría.
Toda una gran devoción, que ha sido impulsada por San Juan Pablo II, invitando con ello a la salvación eterna (claro está, cuando cada ser se arrepienta de sus pecados, se confiese con un sacerdote, se practique el propósito de enmienda y se comulgue).
Nos dice el Señor: -“Convertíos, creed en el Señor y la Santa Iglesia, porque la hora esta cerca”- (refiriéndose a su segunda venida, para juzgar a vivos y muertos)”-.
Desde ya, este servidor le desea: “Felices pascua de resurrección”.
@cinefilo.gustavo
