Muchos políticos están actuando aparentemente sin sentido de grandeza y mucho menos como estadistas. El venezolano está cansado y aburrido del cortoplacismo de las estrategias para combatir al oficialismo, pero la mayoría de nuestros líderes no lo entienden y siempre tropiezan con la misma piedra dejando ver su falta de visión política y estratégica para conducir a los demócratas.
En estos difíciles momentos donde el oficialismo está envalentonado, se siente arrogante nacional e internacionalmente y continúa atropellando y violando los derechos humanos, la única respuesta de quienes hasta los momentos han guiado al movimiento opositor, es una lucha encarnizada entre ellos mismos, sin darse cuenta que no solo se lesionan ellos, sino que por el contrario lesionan la credibilidad, al sentimiento unitario y lo que es peor a la vocación democrática de los venezolanos.
Sus desmedidas ambiciones y manipulaciones los distancia del sentimiento popular que aspira a tener dirigentes con sentido de grandeza, dignidad, firmeza, coherencia, transparencia y honradez política, donde el personalismo no puede estar por encima del sentimiento colectivo, que es lo que aspira el pueblo venezolano opositor y pareciese que no lo quieren ni ver ni escuchar.
A estas alturas todos sabemos quién es quién, lo realmente importante es con quien, y como vamos a continuar la lucha contra esta dictadura, contra el CNE autor del fraude continuado en los pasados comicios y contra la ANC que aspira que en todas las elecciones futuras todos los elegidos deberán hincarse de rodillas para a su vez ser auto legitimada.
En estos momentos actuando con sinceridad y sentido de grandeza debemos manifestar nuestra exigencia a los dirigentes políticos que establezcan estrategias claras que no se presten más a confusión dentro el electorado iniciando una campaña que recupere la credibilidad y confianza de los ciudadanos.
¡Por una Venezuela libre y de los venezolanos…manos a la obra!
@ltizaguirre
