A pesar de que el 2016 pasará a la historia como el año más oscuro en la historia de Venezuela, en el que la inflación descontrolada, la inseguridad, la escasez de alimentos y medicinas robaron gran parte de los titulares durante sus 12 meses. Debemos recordar que también fuimos testigos durante este tiempo de grandes alegrías, que han servido para llenarnos de esperanzas y ayudarnos a recobrar las energías para seguir adelante.
Por ello no podemos olvidar que fue el 2016 el año en que saltamos de alegría con Yulimar Rojas cuando ganó su medalla de plata, pedaleamos con fuerza con Stefany Hernández y golpeamos con energía junto a Yoel Finol para verlos vestidos de bronce, tres venezolanos que nos cubrieron de alegría olímpica. Además, en este mismo año el apneista Carlos Coste superó su propio Record Mundial al sumergirse 150 mts bajo el agua, con una sola bocanada.
Siempre recordaré al 2016 como el año en que Alejandro Toro deleitó a los jueces de Master Chef con unas deliciosas arepas venezolanas, cuando Gustavo Dudamel emocionó a millones con su música en el Super Bowl y la NASA galardonó al venezolano Carlos Meneses, egresado de la Universidad Tecnológica del Centro (UNITEC) como el Mejor Ingeniero del año 2015. Las periodistas venezolanas María Alejandra Requena y Alejandra Oraa ganaron el premio Emmy por el programa “Café CNN” y la revista médica Medscape incluyó a nuestro Jacinto Convit entre los 50 médicos más influyentes de la historia.
También fue el año en que la selección venezolana ganó el Mundial de Baloncesto Masculino, en el que Daniuska Rodríguez fue nominada al premio Puskas junto a Messi y Neymar por su gol contra Colombia en el Sudamericano Sub-17. Cuando nuestro vinotinto Alejandro “El Lobo” Guerra se convirtió en el primer venezolano en ganar una Copa Libertadores y Deyna Castellanos deslumbró al mundo con 5 golazos en el Mundial de Fútbol Sub-17 en Jordania.
En definitiva los venezolanos tenemos muchas razones para recordar con alegría el 2016, pero muy particularmente, para mí el año pasado pasará a la historia como el año en el que cometimos errores de los que aprendimos y salimos fortalecidos, 12 meses en los que a pesar de las adversidades seguimos adelante. Donde demostramos el talante democrático de los venezolanos y una voluntad inquebrantable para conseguir el cambio que deseamos para nuestro país. Un año que a pesar de la tormenta logramos navegar y nos permitió levantarnos con más fuerzas para enfrentar al 2017, el año en que estoy convencido, recuperemos nuestra libertad.
