La rehabilitación del piso pélvico es un tema médico crucial, a menudo subestimado, pero de gran importancia para la salud y el bienestar, especialmente en mujeres, aunque también afecta a hombres. El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior, sosteniendo órganos como la vejiga, el útero y el recto. Los problemas que se encuentren en esta zona pueden tener diferentes tipos de tratamiento de acuerdo al diagnóstico.
Cuando el piso pélvico comienza a debilitarse por diferentes factores como: el embarazo, partos, obesidad, estreñimiento crónico, deportes de alto impacto, cambios hormonales que suelen suceder sobre todo en la menopausia. Comienzan a aparecer las pérdidas de orina involuntarias con pocas gotas y luego pueden pasar a chorro, urgencia para ir al baño, sensación de amplitud al momento de las relaciones lo que puede llegar a afectar las satisfacción sexual, hasta la aparición del descenso de las paredes vaginales conocido como prolapso.
Existen tratamientos no quirúrgicos que pueden mejorar y evitar estas condiciones desde los ejercicios de Kegel qué son los más conocidos, que solo basta con contraer y relajar los músculos sobre todo el Pubococcígeo, sin embargo, no se suele hacer con regularidad y es fácil que abandonen.
Está la técnica de Biofeedback que utiliza sensores para medir la actividad muscular del suelo pélvico, estos están conectados a una computadora que muestra la actividad del músculo, también se cuenta con estimulación, que es una técnica que utiliza corriente eléctrica para mover los músculos. Pero sucede que las pacientes terminan abandonando las sesiones por la incomodidad de estos tratamientos porque se realizan con dispositivos introducidos dentro de la vagina.
Actualmente existe en Venezuela un tratamiento que trabaja a través del electromagnetismo de alta intensidad (HIFEM), es una terapia no invasiva. Una silla generadora de un campo electromagnético que provoca contracciones de los músculos del piso pélvico, zona urogenital y vejiga; es hacer ejercicios de Kegel pero en 30 minutos se puede realizar hasta 11 mil contracciones.
Este tratamiento no es invasivo ni doloroso. Solo se debe sentar sin quitarse la ropa y esta silla va a generar contracciones involuntarias que se realizan de modo asistido por el dispositivo. La paciente solo nota un cosquilleo y contracciones. Muchas veces utilizan ese tiempo para leer, ver el móvil o simplemente descansar. Los estudios han demostrado que son necesarias al menos 6 sesiones para potenciar la musculatura y ligamentos de esa zona.
Si deseas conocer más de este tratamiento, te lo cuento en mis redes sociales @Ginecoestetica.