Alberto Torres Márquez/Crónica Uno
Casi seis meses han transcurrido desde que los gobiernos de Venezuela y Colombia retomaron sus relaciones comerciales y, con ello, se planteó la posibilidad de reactivar la conexión aérea entre ambos países.
Pero el panorama actual aún no dista mucho del de finales de 2022. En discursos, tuits, noticias y comunicados de autoridades de ambos países ya han aparecido nombres de varias aerolíneas locales e internacionales y, aún así, la oferta se mantiene limitada.
«Esto ha sido una historia de ir y venir desde hace más de seis meses, cuando se anunció la apertura de la conexión aérea entre Venezuela y Colombia”, dijo a Crónica.Uno el presidente del Consejo Superior del Turismo (Conseturismo), Leudo González.
Hasta ahora, la empresa estatal colombiana, Satena, y la privada venezolana, Turpial Airlines, son las únicas con el visto bueno de los dos países para operar la ruta aérea.
La limitación de la oferta mantiene en vilo a los operadores turísticos y las dudas aumentan ante la falta de respuestas claras de las autoridades venezolanas y colombianas.
El nueve de noviembre de 2022 arribó a Maiquetía el primer vuelo de Satena de la ruta Bogotá-Caracas. Foto: Cortesía.
Un paso adelante y otro para atrás
En una agencia de viajes que opera en el centro de Caracas, una de sus promotoras cuenta que los boletos aéreos en la ruta de Estelar hacia y desde Bogotá fueron los que se vendieron más rápido en diciembre, cuando se anunció su reactivación.
El 20 de ese mes, Aerolíneas Estelar informó en sus redes sociales que, a partir del 28 de diciembre, operarían dos frecuencias semanales entre Caracas y Bogotá, pero un día antes del primer vuelo, la Aeronáutica Civil de Colombia detalló que el primer vuelo no estaba autorizado porque Estelar aún no tenía el permiso para operar en ese país.
Desde Conseturismo, su presidente Leudo González explica que el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) “no ha tenido trabas o complicaciones para otorgar los permisos” a las aerolíneas venezolanas. De hecho, desde noviembre, el INAC le ha dado permisos para operar la ruta también a Laser, Avior y Conviasa.
“En diciembre, cuando estuvimos en Colombia en el primer encuentro binacional, se informó que Venezuela había dado permiso a Estelar para volar y que se esperaba solo autorización de la autoridad aeronáutica colombiana, cosa que se suponía, dado el momento que se estaba viviendo, que no iba a tener ningún problema, pero al final la autoridad aeronáutica no otorgó el permiso”, cuenta González.
El último “recule” en la normalización de los vuelos entre Venezuela y Colombia ocurrió el 20 de marzo, cuando se preveía que Turpial Airlines comenzara a operar la ruta Valencia-Bogotá, pero al final tampoco contó con el visto bueno de las autoridades colombianas, según reportes de prensa.
Foto: Cortesía
El efecto Conviasa
En el gremio turístico intuyen que las sanciones estadounidenses a la estatal Conviasa, que datan de febrero de 2020, son la piedra de tranca que no permiten agilizar, efectivamente, los procedimientos entre Venezuela y Colombia.
De hecho, en septiembre pasado, el embajador colombiano en Venezuela, Armando Benedetti, recordó que Colombia “no puede recibir a Conviasa porque está sancionada”.
Se esperaba que Conviasa fuese la primera aerolínea venezolana en operar la reactivación de la ruta, pero según reportes de medios como El País, Estados Unidos alentó al gobierno colombiano, en una serie de mensajes filtrados, a negarle los derechos de aterrizaje.
En respuesta, probablemente, a la presión de EE. UU., el gobierno de Nicolás Maduro le pidió a la aerolínea Wingo que suspendiera su actividad, dos semanas después de iniciarse la venta de boletos. Hasta ahora, la decisión sobre Wingo no ha sido revocada.
Foto: Cortesía
La ruta más importante de la región
Leudo González, de Conseturismo, recalca que en el sector hay altas expectativas en la reactivación del mercado colombovenezolano, pues históricamente Colombia ha sido un mercado emisor: “el más importante de Suramérica y el segundo a nivel mundial en llegada de turistas a Venezuela”.
Según datos del medio especializado Aviacionline, en 2019 se movilizaron más de 157.000 pasajeros entre Bogotá y Caracas y fue la séptima ruta más importante del principal aeropuerto colombiano. Todo a pesar de la evidente caída en la oferta de vuelos, producto de la crisis económica y la deuda que mantiene el Gobierno con las aerolíneas.
Ahora, con el éxodo masivo de más de dos millones de venezolanos a Colombia, las operaciones aéreas y terrestres entre ambos países cobran mayor importancia y desde el gremio están conscientes del potencial turístico y de movilidad que tiene la población de venezolanos residentes que pudieran llegar a Venezuela, por diversos motivos.
Según reveló el director comercial de Turpial Airlines a Unión Radio, al cierre de 2022 la aerolínea operó 18 vuelos entre Caracas y Bogotá, movilizando alrededor de 3800 pasajeros en menos de dos meses.
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