El servicio de transporte en la Gran Valencia cada día empeora. Los ciudadanos tienen que esperar en las paradas unos 45 minutos en promedio, para poder trasladarse a sus sitios de estudio o de trabajo, sobre todo en las llamadas horas pico.
Quienes logran sentarse, por lo general son quienes viven cerca de los terminales de las distintas líneas de transporte, porque de resto deben hacer el recorrido de pie o guindando en la puerta.
Todo esto es producto de que ya no está en circulación el número de unidades que se requiere para transportar a diario una población cercana al millón de habitantes. De las tres mil unidades que había en la Gran Valencia, sólo quedan prestando el servicio unas 600, de acuerdo a lo indicado por el presidente del sindicato del transporte, Adolfo Alfonzo.
Es decir que sólo el 30 por ciento de las unidades con las que los pasajeros contaban hace dos años, los está trasladando.
El dirigente sindical estima que el transporte en esta zona de Carabobo colapsó, ya que por efectos de la inflación, ni que se ponga la tarifa en mil bolívares, se pueden cubrir los gastos que genera el mantenimiento de una camionetica o autobús.
Citó por ejemplo que en menos de 15 días, un caucho 750-16, que costaba 700 mil bolívares, subió a un millón 200 mil. Y el 22.5 de un millón 544 mil bolívares, se elevó a dos millones 78 mil bolívares.
Alfonzo señaló además que en las distintas líneas de transporte se le ha dado instrucciones a los conductores, para que no le metan sobreprecio a las unidades, porque eso genera mayor desgaste en las piezas y repuestos, que no se consiguen en el mercado.
Sin embargo muchos de ellos siguen trasladando a los pasajeros en estas condiciones, para que lleguen lo más pronto posible a su destino.
