(Foto AFP)

El atentado de Mánchester, tras la tragedia de la sala Bataclan de París en 2015, muestra que «la amenaza se ha vuelto global» y obliga a salas y productores del espectáculo a adaptarse sin renunciar a la música.

Queda descartado bajar la guardia ni dejarse intimidar, según los profesionales franceses del espectáculo.

«La profesión está profundamente afectada por el atentado de Mánchester que, de nuevo, golpeó a nuestra juventud y nuestra libertad», aseguró el martes una portavoz del sindicato de productores del espectáculo (Prodiss), después de que 22 personas murieron en un atentado ocurrido en Mánchester (Gran Bretaña), al final de un concierto de la estrella estadounidense Ariana Grande el lunes por la noche.

Si bien la «amenaza» se ha vuelto «perenne» y sigue «apuntando contra nuestros valores y nuestras libertades», no se debe ceder a la amenaza.

«Hay que seguir viviendo», afirmó Jean-Marc Dumontet, productor y propietario de varias salas de espectáculos de París.

«Evidentemente, los controles de seguridad continuarán o incluso se acentuarán», dijo a la AFP. Pero, añadió, «si bien la seguridad es necesaria, no existen las soluciones milagro».

«Al filtrar la entrada de nuestras salas de espectáculo, creamos también unas colas monstruosas que son también objetivos para un imbécil que ha decidido sacrificar su vida en nombre de una creencia imbécil».

Las medidas de seguridad se reforzaron sensiblemente en Francia tras el atentado del 13 de noviembre de 2005 en el Bataclan, donde 90 espectadores murieron. La prefectura de la policía de París anunció el martes una intensificación del dispositivo de seguridad que está en vigor desde hace casi dos años.

«El modo operacional de los terroristas (…) se mueve cada vez y cambia. Anoche, en Mánchester, fue al final del concierto, ni durante ni antes (…) cuando tuvo lugar este atentado kamikaze», subrayó el prefecto de la policía Michel Delpuech ante la prensa, al término de una reunión con una cincuentena de responsables de cadenas de cine, salas de espectáculo y federaciones deportivas.

El prefecto solicitó a los organizadores que presten atención a la vigilancia exterior de las colas de espera y a los accesos a las salas y la protección del público durante el espectáculo y su salida.

«Los franceses deben seguir teniendo apego por las prácticas culturales», insistió el Prodiss, días después de la apertura del Festival de cine Cannes, en el sur de Francia.

Los productores y organizadores de espectáculos son «gente responsable». Las cuestiones de seguridad siempre han sido «muy importantes y los dispositivos de seguridad están ya al máximo nivel».

Gira en suspenso 

Daniel Colling, director de la sala de conciertos Zénith de París (6.000 localidades) explica que, desde el atentado en el Bataclan, «los cacheos son más minuciosos con más personal, hay más seguridad en los accesos técnicos y el público, se ha aumentado y optimizado el sistema de videovigilancia».

Todo esto tiene un coste pero, de momento, los sobrecostes de seguridad son sufragados en el marco de un fondo de apoyo financiado en gran parte con dinero público y que se puso en marcha al día siguiente del atentado del Bataclan.

«Hay un problema de sobrecostes (para garantizar la seguridad) para algunas empresas del espectáculo, sobre todo las más pequeñas», subrayó el Prodiss, que solicita que la financiación de estos fondos sea permanente.

¿Podría hacer huir a las familias el atentado de Mánchester? «Si se produjeran nuevos atentados en salas de espectáculos, cabría temer una bajada de la afluencia, sobre todo para espectáculos familiares o para jóvenes o incluso para aquellos que atraen a público extranjero», según Daniel Colling.

«Los conciertos se celebran. Se ponen en marcha todos los medios para que los conciertos se celebren», aseguró el sindicato francés de profesionales del espectáculo.

«Nuestros pensamientos y nuestras oraciones están con los afectados y sus familias», destacó en su página web la gran sala O2 de Londres, precisando que aportaría informaciones sobre los conciertos de la estrella, programados este jueves y viernes, «lo antes posible».




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