El Gobierno de Sudáfrica informó hoy con preocupación de que unas 1.612 personas murieron en las carreteras durante las seis semanas del periodo de vacaciones de Navidad y del verano austral.
Los accidentes de tráfico se debieron, en un 90 % de los casos, a factores humanos como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, el incumplimiento de las normas básicas de tráfico o el uso del móvil al volante.
El ministro de Transporte sudafricano, Blade Nzimande, se encargó de hacer públicas estas estadísticas -relativas al periodo entre el 1 de diciembre de 2018 y el 8 de enero de 2019- en una rueda de prensa celebrada hoy en Pretoria.
La cifra total arroja un 5,5 % de aumento respecto a los datos de mortalidad del año pasado, que dejaron constancia de 1.527 víctimas.
El balance de fallecidos de las vacaciones 2016-2017 había sido aún peor, con 1.714 bajas.
La mortalidad en carretera es un grave problema en Sudáfrica, un país con cerca de 57 millones de habitantes e intensos niveles de tráfico, especialmente en zonas como el área metropolitana de Johannesburgo y Pretoria.
Aún no se han publicado las cifras totales de mortalidad vial de 2018, pero en 2017 las muertes totales ascendieron a 14.050, según datos oficiales del ente regulador de tráfico del país.
En 2016, las tragedias viales marcaron su número más alto en una década, con 14.071 fallecidos.