Alfredo S. Flores | @alfredoflores96

El vistoso tricolor de la bandera de Venezuela se empezó a divisar en las calles carabobeñas desde la noche de este miércoles. Con ropa deportiva, morrales y provisiones cientos de ciudadanos aguardaron en vigilia desde la madrugada por el transporte que los llevaría a Caracas para cumplir con su objetivo: que sus consignas de descontento fueran escuchadas más cerca de Miraflores.

Cuando todo estaba listo para la movilización, los autobuses partieron colmados de personas con deseos de cambio, pero no se esperaban que los obstáculos para dirigirse a la capital fueran más que los numerosos huecos que revisten la autopista regional del centro. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y colectivos armados, identificados con imágenes alusivas al partido de gobierno, los obligaron a regresar.

La bandera de Venezuela era la señal para detener los vehículos, explicó el dirigente estudiantil de la Universidad de Carabobo, Daniel Coronel, cuyo medio de transporte fue obligado a dar marcha atrás por orden de los efectivos de seguridad. Imaginaba que para las 11:00 am de este jueves estaría inmerso en una multitud en Caracas, pero la realidad fue otra.

Para esa hora Coronel estaba en Valencia en condiciones semejantes en las que estaba la capital al mismo tiempo, una marea de ciudadanos obstaculizó el paso de la Av. Bolívar en dirección norte. Para el mediodía estaba colmada, personas de todos los municipios de Carabobo se congregaron a la espera del comunicado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un anuncio que terminaría por prolongar la movilización hasta horas de la noche.



Carabobeños exigieron la pronta realización del referendo revocatorio. / Foto: Ángel Chacón

El anuncio esperado

Este jueves a las 8:00 pm se realizaría un cacerolazo nacional, que según se detalló marcará el inicio de la “nueva etapa y definitiva” de lucha y celebrará el éxito de la toma de Caracas, el próximo miércoles 7 de septiembre se concentrarán en las oficinas regionales del Consejo Nacional Electoral para exigir la fecha de la consulta del 20%, el próximo 14 de septiembre se realizará una jornada nacional de movilización en todas las capitales los estados de Venezuela y al día siguiente se convocará a una “Toma de Venezuela” con 24 horas de duración, exigiendo la realización inmediata del referendo revocatorio. En la denomidada “Agenda Inmediata de Lucha”, los lineamientos fueron claros: la protesta pacífica continúa.

Mientras la se leía el contenido del manifiesto de la MUD, sobre las próximas fechas y lugares de concentración, todos escuchaban atentos y respondían con vitoreos. El sentir de la multitud se resumió en las palabras que gritó una mujer mayor y que destacaron entre el murmullo de los manifestantes: “Vamos a la calle a recuperar Venezuela”.

En la concentración hubo presencia de personas de todas partes de Carabobo. / Foto: Ángel Chacón

Una movilización espontánea

Pocas horas antes del anuncio Rosa Cohelo llegaba a la concentración. Ella es una de las tantas personas que nadie invitó a la movilización, sólo llegó. “Escuche que mis vecinos venían para acá y decidí tomar mi gorra de Venezuela y llegar”.

Así como ella fueron muchos los que asistieron a la concentración tras haberse enterado hace tan sólo horas de que tendría lugar. Tal fue el caso de Manuel Yánez, un profesor que tomó la determinación de concurrir a la concentración, para, según dijo, defender sus derechos y dejarle a sus hijos un país mejor.

Quienes se ubicaron en la redoma de Guaparo, al saber que no habría trabajo en las empresas en las que laboran, se organizaron mediante grupos de la red social Whatsapp con conocidos y familiares. Prepararon sus pancartas asistieron. “Queremos que se vaya Maduro, eso nos motivó a venir”, explicaron.

Del mismo modo, distintos gremios estuvieron presentes, como es el caso de Médicos Unidos, una organización cuya presencia en el lugar tenía el propósito de manifestarse en contra de la crisis humanitaria de salud que hay en Venezuela.

El anestesiólogo y representante de Médicos Unidos, Juan Carlos Silva, expresó que el motivo de su presencia en el sitio no era político, sino moral, pues el gremio ya no se puede quedar callado ante la falta de insumos que cobra vidas todos los días. “Aquí estamos los médicos unidos para exigir la apertura de un canal humanitario”, aseveró.


Distintos gremios participaron en la manifestación . / Foto: Ángel Chacón

Esperanza y alegría en una ciudad vacía

En contraste con la multitudinaria concentración que se ubicó en la avenida Bolívar y otras más pequeñas en otros puntos de la ciudad, el resto de la urbe permaneció desolada. La mayoría de los comercios bajaron su santamaría este 1 de septiembre. Precaución o motivación, cualesquiera sean las razones este jueves se vieron dos caras en la gran Valencia.

En Naguanagua, en el semáforo del centro comercial Cristal, un pequeño grupo se reunió con banderas de Venezuela, pitos y mucha alegría. Un grupo más grande estaba a escasos metros, en la entrada de la urbanización Las Quintas. Todos bajo la misma premisa: exigir el revocatorio.


Hubo poca afluencia de transporte público en la ciudad. / Foto: Rafael Freites

Un caso particular ocurrió en los alrededores del periférico La Candelaria. Un grupo oficialista y uno opositor, gritaban consignas y mostraban pancartas a los transeúntes y conductores de la avenida Aranzazu. Sin embargo, estaba cada uno de un lado, en total paz.

No obstante, estas manifestaciones estuvieron rodeadas de comercios cerrados, calles desoladas y una autopista despejada; las acostumbradas colas en la hora pico desaparecieron cuál domingo.


La mayoría de los locales comerciales de Valencia permanecieron cerrados. / Foto: Rafael Freites

Las colas no cesan

Mientras tales situaciones se contraponían hubo una realidad cotidiana que fue marginada. Un sector de la población siguió su jornada con normalidad, de cola en cola en busca de alimentos.

Para muchos el hambre pudo más. En las colas no faltaron consumidores y revendedores, que como si fuera un día normal, se determinaron a ir en busca de algo que cuesta conseguir y que estuvo muy presente en las pancartas de quienes hoy no pararon de expresar su descontento: comida.

Con información de Sara Pacheco.




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