Nuestro proceso formativo republicano, tiene una deuda histórica de enaltecer la egregia figura del eximio paisano Juan Germán Roscio, paradigma de máximas virtudes ciudadanas, a quien le debemos de su prolífica herencia jurídica, cultural y de patriotismo por ser de los primeros en darle la cara al capitán general Vicente de Emparan y Orbe en la sede del Ayuntamiento Capitalino, durante el inicio de las sesiones el memorable 19 de abril de 1810, recordando que con entusiasmo y fervor de lucha, se autonombra Diputado de Pueblo, tuvo la feliz iniciativa en omentos de duda en la toma de decisiones del Cabildo, al enviar apresuradamente al joven sacerdote José Félix Blanco en busca del presbítero chileno José Cortes de Madariaga, en la Iglesia de la Merced, Roscio, es el Redactor del Acta de esa efeméride patria.
Sus conocimientos de leyes, le permitieron ser designado como nuestro Primer Secretario (Ministro) de Relaciones Exteriores. Su nombre debería orlar ese Despacho, donde tuvo la recomendación de enviar las primeras comisiones del nuevo gobierno de los criollos, para informar del Fausto suceso del 19 de abril y el reconocimiento y apoyo necesario. Le correspondió al ilustre paisano, la elaboración del Primer Reglamento Electoral de Venezuela y de hispano América, este reglamento es la fuente del derecho electoral venezolano. cuyas elecciones se realizaron por primera vez entre los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1810, con el resultado de la designación por medio del voto de los cuarenta y cuatro diputados que representando a las siete provincias, declararan de hecho y de derecho nuestra independencia a las tres de la tarde del 5 de julio de 1811,Roscio como Diputado, será uno de los firmantes del Acta que redacto, teniendo como escribiente al destacado medico español Francisco Isnardi, quien no era Diputado. Roscio de sabiduría asombrosa, fue designado junto a Francisco Javier Ustáriz y Martín Tovar Ponte, para redactar el proyecto de Constitución Federal, la cual fue sancionada el 21 de diciembre de 1811, siendo la primera Constitución de Hispanoamérica.
En 1812, en Valencia, ciudad asiento del gobierno, Roscio fue integrante del Poder Ejecutivo Federa, es decir del Segundo Triunvirato Nacional. Después de la capitulación de Miranda, en julio 1812, fue apresado, junto a otros siete emancipadores fueron catalogados como los ocho monstruos y enviado a Cádiz y luego a Ceuta al norte de África; de allí logró escapar en 1814.
En 1817, escribió en Filadelfia su famosa obra El triunfo de la libertad sobre el despotismo, inspirado en la Sagrada Biblia y en su vivencia en la cárcel, libro de cabecera del ilustre mexicano Benito Juárez. En 1818, invitado por Bolívar se desempeñó como redactor del Correo del Orinoco, publicación oficial del Ejercito Republicano, que vio la luz pública el 27 de junio de 1818.
El 15 de febrero de 1819, Roscio, fue designado, Diputado por Caracas; el 17 de diciembre de ese año, por disposición del Libertador, ocupo, la Vicepresidencia del Departamento de Venezuela, ejerciendo el cargo, murió a los cincuenta y dos años en Cúcuta, el 13 de marzo de 1821; dejó para la historia su reflexión escrita el 10 de julio de 1820: Nada me espanta, cuando no soy criminal y cuando estoy cumpliendo con las obligaciones que me impuso el juramento otorgado.
Notamos, que el legado de este virtuosos ciudadano de las leyes, docente universitario, prócer civil de nuestro proceso emancipador, dedico su vida con voluntad de servir, antes que ser servido, de ser útil, antes que ser importante. Propicio la igualdad. Es considerado el Primer Abogado de América, en iniciar proceso judicial, con exitoso resultado, en defensa de los derechos civiles de una persona mestiza (Inés María Páez). Nuestro permanente agradecimiento y recordatorio, al jurista Juan Germán Roscio, ilustre personaje, con un legado de verdadero civismo, patriotismo y enseñanza.
