Referencial

El Cicpc y la Fiscalía investigan las circunstancias en las cuales falleció el detenido Ronal Daniel Subero Alcalá, en un calabozo de la Coordinación Policial (Zona 7) de la Policía Nacional Bolivariana, en Boleíta, antigua sede de la Policía Metropolitana.

Unos presos llamaron a los funcionarios de guardia el martes 7 de agosto a las 6:00 de la mañana y les notificaron que uno de los internos estaba en malas condiciones. Cuando los oficiales sacaron a Subero para trasladarlo a un centro asistencial, no tenía signos vitales.

Aunque no presentaba lesiones externas, hubo una versión según la cual otros internos le quitaron la vida a Subero.

Por eso fueron notificados el Eje Este de Homicidios del Cicpc y la Fiscalía General, para que dirijan las averiguaciones correspondientes.

Los detectives sometieron a interrogatorios a los presos de la celda 3 de Boleíta, donde se encontraba recluido Subero Alcalá, para conocer qué ocurrió.

En un lapso de cuatro meses han muerto tres presos en calabozos policiales.

El 28 de abril fue asesinado por otros presos, Carlos Enrique Pérez Gómez (21). En aquella oportunidad se dijo que los presos arremetieron contra el porque había hecho sus necesidades fisiológicas en el calabozo.

El 15 de julio murió Carlos Francisco Rangel Novais (27) en la comisaria de la PNB en San Agustín del Sur, y las autoridades informaron que otros presos lo golpearon.

Rangel Novais fue detenido en un procedimiento efectuado por la PNB el 10 de julio, en Gramoven, donde murió en un presunto enfrentamiento su hermano Julio César Rangel Novais (24).

Sus familiares dijeron que ellos corrieron al ver llegar a la policía y se escondieron en la casa de un vecino. Los policías le dispararon a Julio César y se lo llevaron para el hospital donde lo ingresaron muerto, y no mataron a Carlos Francisco porque los vecinos salieron y gritaron.

La unidad de Derechos Fundamentales de la Fiscalía General asumió la investigación de este caso.




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