Evidentemente el año 2018 se plantea como un año profundamente complicado, en crisis para más del 90% de la población que no puede cumplir la Canasta Básica Familiar de 13.883.365,4 Bs .Entendimos que han habido protestas entre el 25 y 31 de diciembre en los 23 estados del país por diversas razones, vemos un país colapsado, precario, sin comida, con los servicios públicos por el piso, el tema del transporte cada vez se ha vuelto más complicado, cada uno de estos problemas se han ido agudizando hasta volverse insostenible.
El fenómeno de desnutrición aumenta su cifra diariamente, a la semana mueren aproximadamente 6 niños por desnutrición, esto sin duda alguna es responsabilidad del estado y la mala gestión económica que no permite a los venezolanos abastecerabastecer de alimentos de primera necesidad sus hogares.
Tantos son los problemas que acarrea el venezolano diariamente que resulta difícil definir cuál es el mayor, sin embargo el boom de el año entrante ha sido la hiperinflación, que según FMI llegará a 2.350% en el 2018. Sin embargo, Nicolás Maduro se empeña en seguir aumentando el salario mínimo como si esa fuese la solución a la crisis económica, el nuevo reajuste del salario es de 797.510 bs, no más de 6 dólares del mercado negro; el precio de la carne y el pollo incrementa cada día más, al momento, el kilo no baja de 350 mil bolívares, por lo que el reajuste salarial resulta una burla para el pueblo.
El año 2017 cerró con un bolívar devaluado al 97,6% frente al dólar paralelo. Este será un año duro, la hiperinflacion será cada día mayor, los alimentos y medicinas estarán cada vez más escasos, no obstante, este 2018 huele a esperanza, a cambio y a libertad, no debemos perder la fe, cada año nos hemos convertido en un pueblo más fuerte, debemos permanecer unidos luchando por lo que más anhelamos, un país donde todos tengamos las mismas oportunidades.