Sara Pacheco
Carmen Lugo camina sobre bloques en el solar de su casa. Aguas servidas han invadido su hogar, donde no solo el líquido sucio molesta a la dama de la tercera edad, sino que el olor se torna insoportable. Por ello se compara “con una pelota en el campo”, pues debe estar constantemente en movimiento, en diferentes sectores, de lo contrario contraería inminentemente alguna enfermedad.
Esta es la realidad de algunos vecinos de Bello Monte I, específicamente en la calle El Palmar. Desde hace varios meses presentan problemas con las cloacas. Son varias casas que están inundadas y deben soportar diariamente las consecuencias de la falta de atención que muestran las autoridades.
A finales de noviembre, luego de reiteradas denuncias a diferentes organismos del estado y municipalidad, integrantes del consejo comunal pagaron a trabajadores particulares para que abrieran, en medio de la calle, un hueco que dejara entrever la tubería y así determinar la causa de la obstrucción en la comunidad.
Hallaron el tubo matriz totalmente despedazado. Es necesario el cambio. Por esta razón no han cerrado el hueco que afecta en gran magnitud a los habitantes cercanos, como Mauro Meza, quien debe soportar a diario los vapores putrefactos que emanan del sitio.
Amarylis Mendoza, miembro del consejo comunal, explicó que las denuncias se han realizado. Tras ser ignorados constantemente han decidido llegar a la solución, pero evidentemente, hacen falta recursos. La comunidad clama el arreglo del problema, que no concluye solo con cubrir la rotura del pavimento. Es necesario restituir la red cloacal.