Iván Simonovis nació el 4 de marzo de 1960. 58 años después, tras una brillante y fructífera carrera, está preso en su casa, condenado por un crimen cuyas pruebas demostraron su inocencia. Hoy paga una condena a 30 años de prisión, acusado por 2 de las 19 muertes ocurrida el 11 de abril de 2002. Todas las experticias lo declaraban inocente a él y a los 8 funcionarios de la Policía Metropolitana acusados por esos homicidios. Aún espera su libertad plena.

Iván Antonio Simonovis Aranguren es investigador criminal de carrera. Lo cuenta su esposa, Bony Pertiñez de Simonovis, en el resumen del caso que, como abogada, lleva aún ante instancias legales.

Simonovis ingresó en 1981 al Cuerpo Técnico de Policía Judicial. Trabajó en la División Aérea, Investigaciones de Robos, Brigada Acciones Especiales, División de Operaciones. renunció en 2002 con la jerarquía de comisario jefe. También es egresado del Instituto Universitario de Policía Científica, con pasantías en las policías en USA incluido el FBI; la Policía Federal Alemana y la Policía Nacional de Francia, con especialidad en antiterrorismo.

Fue Secretario de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana de Caracas durante 2 años, desde 2000 hasta 2002, año en que se desencadenaron los violentos sucesos del Puente Llaguno que ocasionaron la muerte de 19 personas, la mayoría opositores. Solo las muertes de dos personas fueron llevadas a tribunales y por esos casos fue condenado, junto a ocho funcionarios de la Policía Metropolitana, cinco de los cuales aún están recluidos en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde, en Los Teques.

El 22 de noviembre de 2004 fue privado de libertad. El juicio más largo de la historia, que se desarrolló en Maracay, inició el 20 de marzo de 2006 y concluyó el 3 de abril de 2009, cuando fue condenado a cumplir la pena de 30 años. El 19 de septiembre de 2014, el tribunal de ejecución le otorgó medida de detención domiciliaria por razones de salud. El comisario Simonovis presentaba más de 19 patologías, denunciadas por su esposa durante varios años.

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El caso del 11 de abril configura uno de los mayores atropellos a la legalidad y a los derechos fundamentales. Los comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero, Henry Vivas y el sargento Julio Rodríguez tienen medidas de detención domiciliaria por razones de salud. Todos fueron condenados a 30 años de prisión

El sub comisario Marco Hurtado, el inspector jefe Héctor Rovaín, el cabo primero Arube Pérez, el distinguido Luis Molina y el agente Erasmo Bolívar aún permanecen tras los barrotes de Ramo Verde, pese a que ya alcanzaron el tiempo que establece la ley para el otorgamiento de los derechos procesales que pudieran llevarlos a sus hogares, a través de medidas alternativas al cumplimiento de la pena.

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Hoy, Iván Simonovis porta en su pierna un grillete electrónico. Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional custodian su vivienda en La Florida. Aún su esposa, Bony de Simonovis, exige su libertad. A través de las redes sociales muchas personas se pronunciaron en favor del comisario, uno de los presos políticos más emblemáticos de la historia contemporánea de Venezuela.

 

 

 

 

 

 

 

 




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